Movilizaciones en todo Brasil contra Belo Monte; que sigue adelante
A pesar de que todos los días aumentan las críticas a la iniciativa desde diferentes ámbitos, las autoridades brasileñas siguen adelante con el polémico proyecto de construir la hidroeléctrica de Belo Monte sobre el río Xingú, en el Estado de Pará
Miles de integrantes del Movimiento de Afectados por Represas (MAB por sus siglas en portugués) salieron este martes 20 a la calle en las principales ciudades de Brasil, y la protesta incluyó la ocupación de oficinas públicas y una cantera de obra ubicada en el lugar donde se pretende levantar la usina.
Eso sucedía mientras el gobierno le adjudicaba la licitación de la tercera represa hidroeléctrica más grande del mundo al consorcio Norte Energía, en el que participa una subsidiaria de la estatal Eletrobras y ocho firmas privadas. En el grupo que perdió, según publicó el diario madrileño El País, estaba la eléctrica española Iberdrola, que es cuestionada por sus actividades en varios puntos de América Latina.
La presa de Belo Monte entraría en funcionamiento a partir de 2015 y estaría ubicada en el corazón de la Amazonía. En caso de concretarse, solamente la superarían en tamaño la represa china de Tres Gargantas y la binacional Itaipú, en la frontera entre Brasil y Paraguay.
Se estima que su construcción inundaría unos 500 kilómetros cuadrados de tierras que actualmente ocupan comunidades indígenas, y al momento de hablar de desplazamientos los pronósticos están entre las 20 mil y 50 mil personas que deberían abandonar sus hogares.
Ayer en Belém, la capital de Pará, unos 500 campesinos se instalaron como señal de protesta en las oficinas centrales de Eletronorte, la empresa pública que participa en las obras. Se registraron otras ocupaciones y marchas en las ciudades de Brasilia, Porto Alegre, Belo Horizonte, Florianópolis, Fortaleza y Porto Velho, según informó el sitio del MAB.
Allí se recuerda que las 24 aldeas indígenas asentadas en las riberas del Xingú, el principal afluente del Amazonas, están en pie de guerra contra esta iniciativa desde su origen en la década de los ochenta del siglo pasado, en plena dictadura militar.
“Ahora no es sólo Pará que lucha contra Belo Monte. La sociedad entendió que Belo Monte significa la violación de nuestra soberanía nacional. Significa la explotación de nuestros recursos naturales por parte de las multinacionales. Nosotros no vamos a permitir eso”, advirtió Rogério Hohn, de la coordinación nacional del MAB.
Además de la resistencia de las organizaciones de base que cuestionan este modelo desde hace muchos años, en los últimos días importantes figuras del mundo del espectáculo han intentado, también sin éxito, persuadir al presidente Luiz Inácio “Lula” Da Silva.
Entre ellos están el cantante británico Sting y el director de la película Avatar, James Cameron, que recientemente visitó el lugar donde se construiría Belo Monte.