Moratoria para los biocarburantes
Hay gente que está dispuesta a pagar más por un producto `bio´ y eso lo saben bien los distribuidores de todo tipo de productos y nuestros gobiernos. Aunque alguno de estos productos dará que hablar. Dicen que la subida del precio de los alimentos se tenía que producir tras muchos años de alimentos baratos y a pesar de su abundancia, y que la razón de fondo es el acceso en los países en desarrollo a las proteínas animales en paralelo con el aumento de su poder adquisitivo
Los chinos pasaron de consumir 20 kilos de carne el año en 1985 a más de 50 ahora. Y los indios andan en proceso de abandono de su dieta tradicional, «indomediterránea», como ellos llaman, tan recomendada por ecológica por su reciente Nobel de la Paz Rajendra Pachauri, y se pasan a la carne. Se calcula que un cerdo consume 3 kilos de grano y una vaca 8 para hacer un kilo de carne y así la demanda de grano va en aumento, las reservas bajan y los precios suben. Pero la chispa que hizo subir los precios a tal velocidad se atribuye a los biocarburantes: para llenar de etanol el depósito de uno de esos vehículos 4x4 de moda, tan abundantes en Ibiza, según el Banco Mundial se usa el maíz que alimentaría a una persona durante un año. La UE marcó el objetivo del porcentaje de biocarburante en la mezcla de gasolina y gasoil: el 5,75% para 2012. En Francia ya quieren el 7% en 2010 y el 10% en 2015. En Alemania el 20% para el año 2020. En EEUU dedican ya un tercio de la producción de maíz, una barbaridad de toneladas, a producir etanol, y ahí empezó el proceso de encarecimiento de los alimentos. En Ibiza, como en los países ricos de nuestro entorno, nos sube la cesta de la compra, pero la pagamos y a otra cosa. En Italia hubo un boicot nada menos que a la pasta. Pero quien paga los platos rotos son los países pobres que dependen del consumo y de la importación de vegetales y donde la gente dedica un porcentaje de sus ingresos muy superior al nuestro en alimentación. En México hubo disturbios a primeros de año por la carestía de las tortillas de maíz, un alimento básico de los más desfavorecidos. Bangladesh, Nepal, Benin y Níger están en la lista de los que se verán más afectados. Según el IFPRI, el programa de etanol y otros biocarburantes reducirá la ingesta calórica en un 4-8% en África y un 2-5% en Asia hasta 2020.
Además la beneficiosa acción ecológica reconocida a la biodiversidad sobre la polinización, prevención de inundaciones y como filtro de la polución, se ve perjudicada por la transformación del bosque húmedo en plantaciones de palma para producir biocarburantes y la tendencia al monocultivo que las directrices políticas y las subvenciones consiguen. Este gran experimento dirigido por los gobiernos ha ido poniendo en evidencia sus efectos perversos: más hambre y pobreza, graves daños al medio ambiente, destrucción del bosque húmedo, uso abusivo del agua, y concentración de la propiedad de la tierra en los países sureños. Ello hace que senadores franceses pidan ya una moratoria europea en el cultivo de los bautizados como `agrocarburantes´. Previsiblemente inútil: la inercia de estos programas hace difícil la marcha atrás porque algunos no quieren bajarse del burro y otros han entrado en la red de intereses y subvenciones y les va muy bien así.
Diario de Ibiza, España, 17-12-07