Miles de brasileños en Grito de los Excluidos
Decenas de miles de brasileños participaron hoy en el onceno Grito de los Excluidos en todo el país por cambios en la política económica, contra la corrupción y por empleos, mejores salarios, salud, educación y vivienda
Como es tradicional, 40 mil personas se concentraron en la iglesia de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, pero también se reportaron otros en Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, Recife, Porto Alegre, Fortaleza, Vitoria, Santa Catarina y otras ciudades.
Coincidiendo como cada año con el Día de la Independencia, la jornada se celebró bajo el lema "Brasil, en nuestras manos está el cambio" y en todos los actos se leyó un manifiesto contra el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el Fondo Monetario Internacional (FMI), las políticas neoliberales y la deuda externa.
El texto, que reclama cambios profundos en la política económica del gobierno, critica el mantenimiento del elevado superavit primario y las altas tasas de interés, y añade que "ese modelo económico no tiene futuro para nuestro pueblo".
Dice que "cerca de 20 millones de familias, o sea, 82 millones de personas pobres viven con menos de dos salarios mínimos mensuales", unos 240 dólares, y denuncia "la desigualdad social y la exclusión económica que se concreta en los 20 millones de desempleados" y en la mala distribución de la renta.
Esto coincidió con la divulgación hoy del Indice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de Naciones Unidas para al Desarrollo (PNUD), que ubica a Brasil como el quinto país más desigual del mundo.
Respecto a la crisis política que afecta al país hace casi cuatro meses por denuncias de corrupción y actos electorales ilícitos, dice que "el pueblo no confía más en la mayoría de los políticos y este año no tienen legitimidad para representarlo".
Los manifestantes también reclamaron la retirada de las tropas brasileñas de Haití, cosa que "nos avergüenza", según el líder del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), Joao Pedro Stédile, que integra la Coordinación del Grito.
Otro dirigente del MST, Joao Paulo Rodrigues, exigió reglamentar los referendos y plebiscitos previstos en la Constitución para que el pueblo decida sobre los grandes temas nacionales.
Asimismo anunció otra gran movilización del MST, con ocupación de haciendas y otras acciones, para exigir que se cumpla la meta de asentar este año 115 mil familias en tierras de reforma agraria, objetivo incumplido en los dos precedentes.
El Grito formuló cuatro propuestas que presenta como "grandes desafíos": cambio del modelo económico, programa emergente para la superación de la miseria, reforma política "profunda y radical" y restauración de la soberanía nacional.
Este movimiento, con una coordinación propia aunque lo forman las principales organizaciones sociales brasileñas, surgió a partir de entidades de movilización masiva adscriptas a los católicos.
La iglesia católica tiene una participación importante en el Grito y el obispo auxiliar de Sao Paulo, Pedro Stringhini, destacó que el país ya sabe que el Día de la Independencia es también una fecha en que el pueblo se moviliza para exigir trabajo, educación, salud y vivienda.
El documento difundido hoy lo firman las coordinaciones del Grito y de los Movimientos Sociales, la Campaña Brasileña contra el ALCA, Conferencia de Religiosos de Brasil, el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas, Vía Campesina-Brasil y Fórum por la Reforma Agraria, entre otros.