México: violaron normas en cultivo de maíz transgénico
Incumplimiento de métodos de bioseguridad y monitoreo, la ausencia del registro de las acciones de control y seguimiento experimental y la omisión de incinerar el maíz transgénico cultivado son violaciones a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados y al Código Penal Federal
Incumplimiento de métodos de bioseguridad y monitoreo, la ausencia del registro de las acciones de control y seguimiento experimental y la omisión de incinerar el maíz transgénico cultivado son violaciones a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados y al Código Penal Federal en que incurrieron las autoridades federales y estatales que aprobaron la siembra experimental del producto en Chihuahua.
Así lo informó la organización Greenpeace, señalando que una de las primeras anomalías es que la siembra se efectuó en predios privados pertenecientes a cooperantes de las empresas transnacionales Monsanto, Dow AgroSciences y Pioneer-PHI México, incluido el exsecretario de Desarrollo Rural, Reyes Ramón Cadena.
Las irregularidades fueron denunciadas a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente porque la autorización otorgada a las transnacionales tenía como limitante que la siembra experimental se realizara únicamente en los terrenos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.
Reveló la dependencia federal que "no participó en las siembras autorizadas en los estados de Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua".
Así lo confirmó a través de un informe de transparencia el Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, manifestando que las siembras solicitadas por la empresa Pioneer-PHI México no se efectuaron en el predio destinado para experimentar con las semillas modificadas en laboratorio.
Otra evidencia de que no se está cumpliendo con la legislación es que la investigación no está concluyendo con la incineración de los cultivos transgénicos, ya que "en su lugar trituraron y enterraron los materiales".
Asimismo, todavía la autoridad federal sigue sin expedir la Norma Oficial Mexicana (NOM), que establece la obligación de que la empresa solicitante entregue a la Secretaría de Agricultura un reporte, los resultados de la o las liberaciones realizadas en relación con los posibles riesgos para el medio ambiente y la diversidad biológica que estipula la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.
Ante tantas anomalías indicó la organización ambientalista que los resultados de las investigaciones tienen que invalidarse porque en ninguna manera se comprueban los beneficios o riesgos de la siembra de maíz transgénico en el territorio estatal.
"Toda solicitud que presenten las empresas debe ser denegada en estos momentos ante la falta de certidumbre jurídica que impera en materia de bioseguridad para el centro de origen y diversidad de dicho cultivo", manifestó Greenpeace. "La experimentación de maíz transgénico es una farsa".