México presenta primera denuncia contra maíz modificado
México presentó su primera denuncia penal por el cultivo ilegal de maíz modificado genéticamente en la tierra ancestral del grano, informó el secretario de Agricultura Alberto Cárdenas
La ley mexicana prohíbe el cultivo de cualquier maíz modificado para proteger las numerosas variedades de maíz nativo que dieron origen al maíz moderno hace 6.000 u 8.000 años.
Los fenotipos de esas variedades ancestrales podrían necesitarse en el futuro para la creación de híbridos.
Cárdenas dijo que se había descubierto maíz biotecnológico en aproximadamente 147 hectáreas en el estado norteño de Chihuahua, y que las autoridades regulatorias investigan otro sembradío sospechoso en el estado noroccidental de Sinaloa.
La Secretaría de Agricultura informó a finales de septiembre que había confiscado un cultivo de 70 hectáreas de maíz genéticamente modificado en el valle de Cuauhtémoc en Chihuahua para "evitar el aprovechamiento comercial del producto". De momento se ignora la relación entre este decomiso y la denuncia.
El funcionario señaló que es la primera evidencia documentada en México de un cultivo de maíz modificado genéticamente. El gobierno llevó el caso a las autoridades judiciales.
"Allí había una violación a la ley, y no lo vamos a permitir", dijo Cárdenas.
La infracción es castigada con multas de hasta 750.000 pesos (55.000 dólares). Las autoridades judiciales tendrán que determinar si la evidencia apoya cualquier cargo contra quienes hayan plantado el cultivo, o si fue algo accidental; y de ser así, hubo negligencia.
Otras agencias regulatorias están realizando pruebas genéticas para confirmar la identificación inicial de la modificación.
Entre los ambientalistas hubo expresiones de incredulidad al considerar contradictoria la investigación del gobierno ya que, aseguran, Cárdenas y otros funcionarios apoyan el maíz modificado genéticamente y sólo están esperando que algunos expertos señalen las áreas donde será permitido su cultivo.
Quienes apoyan el maíz modificado dicen que muchas zonas de México, principalmente en el norte, no son "centros de origen" de este grano y que los cultivos biotecnológicos podría ser plantados allí sin riesgo de contaminar variedades nativas.
Aleira Lara, de Greenpeace México, dijo que el maíz modificado genéticamente debería ser prohibido en México porque la polinización podría esparcir una amenaza biotecnológica a todo el país.
"Es imposible la coexistencia de maíz transgénico y orgánico", afirmó Lara.
También expresó temor de que posiblemente algunos campesinos sean procesados por utilizar involuntariamente semillas contaminadas con material genéticamente modificado.
"Pueden ser chivos expiatorios ante la incapacidad del gobierno de controlar esto", agregó.