México: la biodiversidad nacional, en estado muy precario, documentan
En riesgo de extinción, uno de cada cuatro vertebrados y una de cada cinco plantas. Proyectan modificar norma oficial mexicana con el fin de evitar la desaparición de especies
La situación de la biodiversidad nacional es “sumamente precaria” debido al impacto de las actividades humanas, lo cual provoca que uno de cada cuatro vertebrados y una de cada cinco plantas estén en riesgo de extinción, mientras el siglo pasado desaparecieron 43 especies, advierte el anteproyecto de modificación a la norma oficial mexicana (NOM) 059, que incluye las especies nativas de flora y fauna silvestres clasificadas en la categoría de riesgo.
Unas 750 especies de vertebrados y unas 5 mil de flora están en peligro en el país, mientras a escala mundial 40 por ciento de las especies se hallan en riesgo de extinción, señala el documento.
En el orbe están en peligro uno de cada tres anfibios, una de cada ocho aves y una de cada cuatro coníferas, abunda.
Destaca que un “caso particularmente grave es el de los anfibios, el (grupo) más amenazado entre los vertebrados y el que tiene mayor proporción de especies al borde de la extinción, 21 por ciento del total”.
México, añade, ocupa el cuarto lugar en riqueza de vertebrados del mundo, el primero de reptiles, el segundo de mamíferos, el cuarto de anfibios y el quinto de plantas.
Con la actualización de la NOM, precisa, se busca impedir la desaparición de 25 por ciento de especies de vertebrados y 20 por ciento de la flora en riesgo.
“Las causas de las extinciones se pueden dividir en directas e indirectas; las primeras se deben a la explotación de la especie en sí, y las indirectas incluyen la introducción de especies exóticas, la destrucción del hábitat y la contaminación.”
Aquí, factores directos
En el país, los factores directos fueron la causa principal de la desaparición de 43 especies de vertebrados en el siglo pasado, entre ellos el lobo, el oso gris y la foca monje.
“Clasificar una especie como ‘en riesgo de extinción’ representa gran responsabilidad, pues implica que debe ser una prioridad en materia de conservación y manejo”, dice el texto.
En el mundo, 784 especies han sido declaradas oficialmente “extintas” y 65 sobreviven únicamente en crías o en cautiverio.
De muchas de estas especies sólo sobreviven unos cuantos ejemplares; es decir, su extinción es inminente si no se ponen en práctica de inmediato programas de recuperación intensivos, afirma el anteproyecto.
Señala que se ha reportado que las tasas de extinción actuales son entre cien y mil veces más altas que las tasas naturales estimadas a partir del registro fósil.
Las personas “son la principal razón de la disminución de especies”, a las cuales afectan sobre todo “la destrucción y la degradación de los hábitats, mediante actividades del sector primario, como agricultura, ganadería, silvicultura y pesquería; el asentamiento irregular de comunidades y la deforestación; el crecimiento demográfico; el consumismo y la pobreza, y el uso de tecnologías contaminantes y erosivas”.
El cambio climático, advierte el anteproyecto, ya se reconoce como seria amenaza para los hábitats, y una de las consecuencias más importantes en la biodiversidad ha sido el daño a las poblaciones de muchas especies silvestres en todos los ecosistemas.
“La disminución de los tamaños poblacionales, producto de la reducción de sus áreas de distribución o de su fragmentación, puede comprometer su permanencia en los ecosistemas o, simplemente, provocar su extinción en el corto o mediano plazos.”
Según datos de 2006 de la Unión Mundial para la Naturaleza, Australia, Brasil, China y México tienen el mayor número de especies amenazadas.
“Es necesario actualizar continuamente el estatus que guarda cada especie respecto a su riesgo de extincións con el fin de promover su conservación”, afirma.
Precisa que cada tres años se debe actualizar la lista de especies en riesgo, por lo que se realizó una convocatoria para la recepción de propuestas, en la cual se recibieron mil 237 que pusieron de manifiesto la necesidad de modificar la lista.
Angélica Enciso L.