México: denuncian escasez artificial de maíz
Comercializadores norteamericanos, alentados por la empresa Monsanto, planearon una escasez artificial de semilla de maíz en Chihuahua, para presionar a los agricultores a solicitar grano para siembra aunque contuviera entre 0.5 y 0.7 por ciento de semillas genéticamente modificadas, informó Greenpeace añadiendo que el objetivo de eso era contaminar las siembras y lograr que se declarara legal este cultivo utilizando una política de hechos consumados.
La organización ambientalista aseguró que Monsanto detenta el 90 por ciento de los transgénicos en el mundo; asimismo, ha alertado que las semillas modificadas amenazan nuestros campos y que la introducción de maíz transgénico en tierra mexicana está acabando con la independencia alimentaria del país.
"El estado de Chihuahua ha sido clasificado por el Instituto Nacional de Ecología (INE) como una región de alta diversidad de maíz, con un registro de la presencia de 23 razas de maíz nativo y dos de teocinte y, sin embargo, el Gobierno mexicano no está aplicando las medidas de bioseguridad previstas en la legislación ambiental", señaló Greenpeace en su informe "Cultivo$ Tran$génico$: Cero Ganancia$".
Recalcó que "a esto se suma la estrategia de los comercializadores norteamericanos, que alentados por la empresa Monsanto, planearon una escasez artificial de semilla de maíz en Chihuahua para presionar a los agricultores locales a solicitar semilla para siembra aunque contuviera entre 0.5 y 0.7 por ciento de semillas genéticamente modificadas: el objetivo era contaminar las siembras y lograr que se declarara legal este cultivo utilizando una política de hechos consumados".
Según los productores, con el porcentaje de transgénicos que contienen los sacos, habría 600 plantas transgénicas por hectárea, suficientes para extender la contaminación", explicó Greenpeace agregando que "dicha situación ha causado alarma en los productores del estado de Chihuahua, pues las comercializadoras de semillas podrían ocasionar que miles de hectáreas no fueran cultivadas por miedo a la contaminación transgénica.
En su oportunidad, Aleira Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace, expresó que el Gobierno mexicano está obligado a cumplir y hacer cumplir la ley para preservar el maíz, nuestro principal alimento.