México: alertan contra el maíz transgénico
Con un "No" espectacular, de 60 metros de diámetro dibujado en un campo de maíz de Jocotitlán, Estado de México, Greenpeace demandó este martes al gobierno del presidente Fox que no autorice la siembra de maíz transgénico, como pretende hacerlo antes de que termine su sexenio
La organización ecologista reiteró que México debe proteger su rica diversidad de maíz ante el riesgo de contaminación genética y sostuvo que la Secretaría de Agricultura debe pronunciarse rápidamente sobre este asunto rechazando las siembras de transgénicos, sobre todo después del desliz de su titular, Francisco Mayorga, quien decidió recular cuando ya había anunciado que no se autorizaría la siembra de transgénicos en este año. Existe un reclamo generalizado desde diversos sectores, incluidas áreas de gobierno, en el sentido de que las siembras experimentales no deben ser aprobadas en nuestro país, pues amenazan la riqueza genética del maíz mexicano".
Gustavo Ampugnani, coordinador de la campaña de Transgénicos en Greenpeace México, sostuvo que a dos semanas de concluida la consulta pública sobre las solicitudes de tres corporaciones transnacionales que buscan sembrar sus semillas de maíz transgénico en nuestro país, la autoridad agrícola aún no decide si autoriza o rechaza los pedidos.
Desde hace varios meses Greenpeace ha denunciado que las siembras experimentales con maíz transgénico no buscan resolver inquietudes científicas o alimentarias, sino sólo cumplir un requisito administrativo. De otorgarse los permisos, empresas como Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences podrán comercializar sin ninguna restricción semillas de maíz transgénico en el mercado mexicano. Si esto ocurre, en el corto plazo podría desencadenarse la contaminación a gran escala de las variedades de maíz mexicano.
Por ello y como parte de la campaña internacional para proteger al maíz de la contaminación genética, Greenpeace realizó trazos monumentales en tres continentes: América, Europa y Asia, en tierras de cultivo de México, España y Filipinas.
En Zaragoza, España, activistas de Greenpeace señalaron un campo experimental de maíz transgénico que colinda con plantaciones de maíz convencional, susceptibles de ser contaminadas. En Filipinas, Greenpeace dibujó una "M" para señalar al principal responsable de querer introducir maíz transgénico en aquel país a pesar de que la legislación local lo prohíbe, tal y como también ocurre en México.