México: Piden ONG a Cofemer proteger el maíz
La organización Semillas de Vida consideró que publicar únicamente las consideraciones jurídicas del régimen especial de protección para el maíz es un error legal, ya que no se consideran todas las opiniones vertidas en la consulta de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer)
Adelita San Vicente, integrante de dicha agrupación, comentó que de las poco más de 6 mil opiniones entregadas, en la página web de la Cofemer no hay más de 600; “nos dimos a la tarea de sistematizar la información y en eso basamos nuestra exigencia de que se tomen todas las opiniones vertidas en la consulta”.
Agregó que Semilla de Vida y la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad han sostenido que el espíritu del Legislativo al emitir la Ley de Bioseguridad fue para proteger a México como centro de origen. Otorgar permisos para iniciar la experimentación de maíz transgénico sin tener el mapa de los centros de origen es poner en riesgo el grano, la cultura y todo lo que significa el maíz para los mexicanos.
Hay vacíos preocupantes y falta de claridad, entre ellas el impedimento para patentar cualquier semilla del maíz, ya que el mapa del grano que tiene la Comisión Nacional de Biodiversidad (Conabio) “es apenas un acercamiento a las zonas que son centros de origen y a las viejas colecciones del germoplasma. No se trata de subsanar una posible contaminación sino de proteger el maíz”, insisitó.
Recordó que diversas organizaciones desde septiembre de 2006 han insistido en que se declare una moratoria a los experimentos del maíz transgénico y apuntó que a inicios de este año la UNESCO emitió un informe sobre ciencia y tecnología agropecuaria en el que hizo un llamado a preservar los centros de origen del maíz, en el caso de México, y de la papa, en Bolivia.
Si México es el reservorio natural más importante de maíz, “¿por qué ponerlo en riesgo, sobre todo en este contexto de crisis alimentaria? Al Estado le corresponde proteger uno de los alimentos más importantes para los mexicanos, no favorecer a las grandes empresas; debe tener claro que la biotecnología es una herramienta más, no es la panacea, y además autorizar la siembra del cereal transgénico es el inicio de su privatización”, asentó.