México: Lacandones prevén desalojo
"Maderas de Pueblos del Sureste", organización no gubernamental chiapaneca, demandó a los gobiernos Federal y Estatal adoptar medidas para garantizar la integridad física y sicológica de las familias indígenas de las comunidades Flor de Cacao, Viejo Velasco Suárez, San Jacinto Lacanjá y Ojo de Agua El Progreso, amenazadas por los lacandones de ser desalojadas, al no quedar incluidas en las negociaciones de indemnización a la comunidad lacandona por parte de la Secretaría de la Reforma Agraria y del gobierno del estado
En carta dirigida al presidente Vicente Fox, al gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, y a los secretarios de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, y de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar Prieto, los coordinadores de la ONG, Miguel Ángel García Aguirre y Luis Miguel Robles Gil, detallaron que dichas familias llevan más de 20 años asentados en la región, debido al proceso de colonización que en los años 40 efectuó el Gobierno Federal.
Demandaron dar prioridad al diálogo y la concertación, en la búsqueda de una solución, y garantizar los derechos individuales y colectivos de las familias indígenas, como la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) aseguró en junio de 2003, a partir de la aplicación del Programa de Atención Integral a la Comunidad Zona Lacandona y a la reserva de la biosfera Montes Azules que resolvería la problemática agrario-ambiental de la región: "todos los involucrados han sido convocados al diálogo; ningún poblado, asentamiento, grupo y organización han sido excluidos del proceso conciliatorio".
"Maderas de Pueblos del Sureste" señaló en su escrito que "la Selva Lacandona ha sido objeto de colonización y manipulación agraria por los gobiernos Federal y Estatal. A lo largo de los últimos 60 años han jugado con la necesidad de tierra y de supervivencia de comunidades indígenas de los pueblos tzeltal, tzotzil, ch'ol y tojolabal, efectuando ahí en 1972, un dudoso acto de reconocimiento agrario sobre una inmensa superficie de selva en favor de un pequeño grupo indígena maya caribe que ni siquiera reclamaba ese territorio, desconociendo con ello entonces, los derechos colectivos de medio centenar de comunidades y generando con ello una compleja problemática socioambiental", asegurá la organización.