Lleida acoge el primer juicio en España a un antitransgénico
El Juzgado de lo Penal número 2 de Lleida celebrará el próximo 19 de octubre el primer juicio en el Estado español contra un activista antitransgénico
Albert Ferré está acusado de haber participado en la destrucción de un campo experimental de trigo transgénico de titularidad pública.
El Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) y la Universitat de Barcelona se personaran como acusación particular solicitando un total de 500.000 euros de indemnización.
Los hechos que se juzgaran tuvieron lugar el tres de julio del 2003 en el municipio de Gimenells. Aquel día la Plataforma Transgènics Fora convocó una acción para destrozar el campo. Uno de los activistas que participó en el desmantelamiento del campo aseguró que fueron un total de 70 personas las que segaron el campo. “El cultivo no estaba señalizado y no sabían de su existencia ni los propios vecinos”, aseguró el activista. Uno de los motivos por los que aseguran que destrozaron el lugar fue que el campo transgénico era “peligroso para los cultivos de trigo convencional plantados alrededor y que podían contaminarse fácilmente por efecto de la polinización”.
Según el mismo activista, el campo utilizaba una tecnología experimental y para su cultivo durante el plazo de seis años se destinó un presupuesto de tres millones de euros.
“Mi compañero sólo está acusado de el destrozo de una temporada por eso le piden una pena de 500.000 euros”, destacó.
Éste no es el único caso de activistas antitransgénicos que acabará en los tribunales. Josep Pàmies de la Assemblea Pagesa de Catalunya tiene abierto un proceso por el que le piden cuatro años de prisión y 50.000 euros de indemnización a raíz de una acción de protesta que tuvo lugar en el Gobierno Civil el 13 de setiembre de 2003. El juicio de Pàmies todavía no tiene fecha aunque se le acusa de unas lesiones cometidas contra un Guardia Civil que asegura que tiene inutilizado un dedo de la mano derecha. Pàmies asegura que esas lesiones no existieron y que se encuentra dentro de un proceso “totalmente injusto”.
La acción que se juzgará el próximo 19 de octubre tuvo lugar el tres de julio de 2003 a primera hora de la mañana cuando un grupo de unas setenta personas se trasladaron hasta un campo de trigo modificado genéticamente en el municipio de Gimenells y durante 20 minutos lo destrozaron por completo.
La Plataforma Transgènics Fora, que fue la que convocó la acción, está integrada por numerosos colectivos ecologistas, agricultores y personas de toda Catalunya en contra de la imposición de los productos transgénicos. Uno de los portavoces de la plataforma, Alexis Anglada, exigió aquel día que se “hagan públicas las localizaciones de los cultivos transgénicos experimentales y comerciales, algo que ya habían pedido como asamblea agrícola formal y no se nos ha dado ninguna respuesta”. La plataforma advirtió de que continuarán realizando acciones directas hasta que no se detengan las investigaciones en esta materia y hasta que no se declare Catalunya zona libre de transgénicos. La Plataforma Transgènics Fora denuncia que España es el país de la Unión Europea con más superficie de transgénicos cultivados y el único que produce este tipo de productos a nivel comercial.
Según la plataforma en Catalunya el 42% del maíz sembrado es transgénico y ocupa unas 17.000 hectáreas de terreno cuya mayoría se encuentran dentro de la demarcación de Lleida. La misma fuente asegura que en todo el estado hay 60.000 hectáreas plantadas.