Líderes campesinos asiáticos y chilenos intercambian experiencias de lucha
En la CUT, líderes campesinos de India, Nepal, Filipinas y Malasia, y dirigentes campesinos chilenos, en su mayoría integrantes de la coalición global “Vía Campesina”, esbozaron en abril el inicio de un proceso que permita a ambas regiones unirse y adoptar estrategias comunes
Aquí y allá, los campesinos no pueden sembrar lo que desean sino tienen que responder a la demanda de las trasnacionales, hacer monocultivos con uso intensivo de plaguicidas, entre otros problemas. Previamente, los visitantes habían compartido algunos días con temporeras y pequeños propietarios agrícolas en Los Andes y San Esteban (V Región), en un intenso programa coordinado en terreno por la presidenta de la Federación Aconcagua, Verónica Salgado Lazcano. El intercambio realizado en marzo fue impulsado por la Red Asia-Pacífico de Acción en Plaguicidas, e implementado en Chile por la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en América Latina (RAP-AL) y por la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas.
Suicidio y transgénicos
P. Chennaiah es Secretario de la Federación de Trabajadores Agrícolas y Sindicatos de Trabajadores sin Tierra, que agrupa a un millón de trabajadores –la mayoría sin tierra- del populoso estado de Andrha Pradesh, donde el 42% de la población depende de la agricultura. En la India hay 280 millones de trabajadores agrícolas. La promoción del uso de semillas transgénicas, y la total ausencia de apoyo estatal para los pequeños propietarios ha llevado a la ruina a los agricultores.
“El año pasado, 2.770 campesinos de Andrha Pradesh se suicidaron por no poder pagar préstamos pedidos a usureros. Ellos aman la tierra, y pensaban que si morían, su familia no perdería la tierra, pero el gobierno intervino y lo perdieron todo. Las deudas eran por insumos como plaguicidas y cultivos transgénicas de algodón BT que significaron pérdidas. Vivimos una crisis aguda. Pero estamos movilizados. Hicimos una marcha hacia Nueva Delhi, nos preparamos con mucha anticipación. Y nos tomamos un tren, llenamos 14 vagones, y así llegamos allá para pelear por nuestros derechos. Lo que he visto en Chile me ha dado aliento, yo voy a contar esa experiencia de cómo aquí hay campesinos que a pesar de todo han sobrevivido al neoliberalismo y se mantienen apegados a la tierra, creo que esta experiencia va a ser un aliciente para nosotros. Al agricultor se le debe proteger para que no sea aplastado por esta globalización que arrasa con todo.”
De la parcela al packing
¿Qué campesinos conoció Chennaiah? Las dirigentes de ANAMURI fueron claras en señalar que sólo un segmento de la realidad, correspondiente a ex parceleros de la Reforma Agraria. Los dos packing (de uva de mesa) que visitó la delegación tenían un carácter más bien excepcional, ya que pertenecen a ex inquilinos, luego asentados (beneficiarios colectivos) de la Reforma Agraria, implementada en la zona por el gobierno de Salvador Allende. Son de los pocos que lograron conservar la tierra a costa de gran esfuerzo personal y familiar. En la localidad de Lo Calvo (comuna de San Esteban) se encuentra uno de esos establecimientos de embalaje, que trabaja este año para la trasnacional Del Monte. Es una empresa familiar, en que labora la pareja y sus seis hijos, además de los (as) trabajadoras temporeras. Los visitantes pudieron comprobar las exigencias de las corporaciones respecto de plaguicidas (les imponen los tipos de plaguicidas y fertilizantes a usar), las condiciones de pago (se entrega ahora, y se paga en agosto). Conocieron asimismo las nuevas normas de higiene y seguridad impuestas luego de los tratados internacionales, así como las condiciones de trabajo de las temporeras (con horario regulado, trabajo a trato, baños y comedor). Pero también escucharon de labios de los ex parceleros, breves y emocionantes relatos de los tiempos en que ellos eran inquilinos, de la toma del fundo “San Miguel”, y de lo que significó para ellos el gobierno de Allende.
Verónica Salgado, la dirigente local de la Federación Aconcagua y una de las fundadoras de ANAMURI, explicó a los asiáticos que los jóvenes campesinos nada conocen de la historia de la zona. Han escuchado hablar de la “batalla de San Miguel” pero no saben qué hay detrás de ese título.
San Miguel y PF histórico
Sincrónicamente, pocos días antes, en Berlín, el grupo chileno alemán de apoyo a Punto Final, había subido al sitio www.pf-memoriahistorica.org la edición Nº 61 de agosto de 1968, que incluye un artículo titulado “La batalla de San Miguel”, firmado por el periodista Augusto Carmona Acevedo, presente en el fundo cuando se produjo el asalto policial. El relato de PF hizo posible ahora que el sindicato tenga una versión más completa sobre los hechos.
La ocupación del fundo se había producido al no prosperar las negociaciones luego de 50 días de huelga legal. Era la primera toma bajo la Ley de Sindicalización Campesina promulgada por el gobierno de Eduardo Frei Montalvo en 1967. Los protagonistas fueron un centenar de campesinos de once fundos de San Esteban afiliados al Sindicato Comunal Alianza, a la Federación Campesina “Liberación”, de Aconcagua, y a la Confederación Campesina e Indígena Ranquil. En el desalojo de los campesinos actuaron 600 miembros del Grupo Móvil (fuerza especial de carabineros de la época), seis tanquetas y dos destacamentos de caballería. Los campesinos se defendían desde trincheras, repeliendo inicialmente con bombas Molotov el avance de los carabineros. El ataque se produjo en medio de una tregua pactada. En el primer parte policial figuraban 101 detenidos, que fueron liberados tiempo después, luego de una intensa campaña de solidaridad a nivel nacional, en que el Partido Socialista, muy involucrado en la lucha campesina, fue especialmente activo.
Verónica explicó a los dirigentes que la mayor parte de esos campesinos, posteriormente beneficiados por la Reforma Agraria, hoy no tienen tierra. Algunos debieron exiliarse y otros son nuevamente asalariados, en tanto que los pequeños propietarios tienen una producción de subsistencia, aunque han avanzado en tecnificación (riego). Hoy es difícil trabajar en la activación de los sindicatos campesinos, pero la federación ha recompuesto los sindicatos LlayLLay, Hermanos Carrera (de Lo Calvo), y Unión y Esfuerzo (de San Esteban). Imelda Lacandazo, la dirigente campesina, también sabe de reformas agrarias frustradas, ya que durante la dictadura de Marcos él promulgó una ley pero en la realidad no se llevó a cabo.
Imelda, la única mujer integrante de la delegación, es vicepresidenta del Movimiento Campesino de Filipinas (Kilusang Magbubukid Filipinas, KMP), con un millón y medio de afiliados, y es una activista campesina cuyo marido, Danilo Lacandazo fue asesinado el año 2000 en el marco de la lucha por la tierra. Su organización se moviliza actualmente en pos de la renuncia de la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, a quien responsabilizan por la crítica situación de los trabajadores del campo y la criminalización de la lucha campesina, con 400 asesinatos, 73 desapariciones y otros 16.000 casos de violaciones a los derechos humanos en el curso de su mandato. Danilo Lacandazo, marido de Imelda, fue uno de los 400 campesinos asesinados.
Monsanto nuevamente
Explica Imelda: “En Filipinas, el 75% de la población es rural, pero 7 de cada diez habitantes del campo no tienen tierra, en manos de grandes terratenientes y corporaciones. KMP lucha por una verdadera reforma agraria que dé respuesta a los problemas del campo. Siguiendo las instrucciones de la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial, el gobierno entrega tierra de uso agrícola para usos como campos de golf, turismo y condominios regidos por empresas extranjeras. El arroz, cultivo tradicional nuestro y principal alimento, ahora se importa y no hay precio justo para el azúcar, el aceite de coco o el café. Luchamos también contra el Instituto Internacional del Arroz, un organismo con inmunidad diplomática, financiado inicialmente por la Fundación Ford y hoy apoyado por la transnacional Monsanto, responsable de la pérdida de las variedades tradicionales de ese grano y de la introducción de variedades híbridas obtenidas con el uso de plaguicidas. Un Tribunal Internacional está juzgando al Instituto debido a los reportes de víctimas –ex trabajadores rurales de la entidad- que han muerto de cáncer a los pulmones o leucemia. Llevamos 46 años manifestándonos para que se le quite la inmunidad diplomática y sean juzgados los responsables.”
En la CUT, refiriéndose al tratado de Libre Comercio que en esos días se firmó entre Chile y la India, P. Chennaiah fue elocuente: “He leído en las noticias que lo que más importa Chile de India son textiles. Bueno, ustedes deben saber que son fabricados con algodón BT, que es algodón transgénico de Monsanto, y eso no se dice. Esos productos son también el resultado de trabajo infantil con salarios inferiores al mínimo, por eso pueden llegar aquí con precios bajos…”
La globalización positiva
En un packing de Lo Calvo, una temporera interrogó a P. Chennaiah sobre cómo podían llegar aquí si ellos eran trabajadores. El respondió “Mi organización integra la Coalición Campesina Asiática, y nosotros somos invitados a diversos encuentros en todo el mundo en que se tratan los problemas de los campesinos. Así podemos organizar campañas y movilizaciones. Los dueños de las trasnacionales están comunicados, los gobiernos y las instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otros similares, siempre están relacionándose y mandando emisarios y visitas. Ahora estuvimos en Brasil, asistiendo a la conferencia campesina paralela a la que hacía la FAO sobre Reforma Agraria. Nos apoyan diversas organizaciones, a veces nos invitan ellos, otras veces invitamos nosotros. Hoy no es posible permanecer aislados cuando nuestros problemas y también las soluciones hay que verlas de una manera global”.
Prem Prasad Dangal es secretario general de la Organización Nacional Campesina de Nepal, con sede en Katmandú, con un millón de afiliados, la mayoría indígenas sin tierra que sin duda fueron parte importante de la ofensiva contra la monarquía desencadenada poco después que él regresara a su país. El pasado 6 de abril se inició una huelga general para derribar a la monarquía, con respaldo de las organizaciones sociales, una alianza de siete partidos políticos y la guerrilla. Acosado por la ofensiva y presionado por India y Estados Unidos, el rey Gyanendra dio un giro táctico y anuló el fin de la disolución del parlamento, lo que fue aceptado de inmediato por los partidos políticos aunque no por la guerrilla. En la lucha democrática hubo 14 manifestantes muertos, 4 desaparecidos, y más de 5.000 heridos de diferente gravedad.
Situado entre China y la India, Nepal es considerado por los especialistas un reservorio de biodiversidad, situación a la que no son ajenos los Himalayas y el Everest. “Pero sabemos que esto también puede llegar, nos sentimos también amenazados y aunque por ahora en nuestro país no hay cultivos transgénicos, estamos informando al respecto y preparados para boicotearlos si intentan establecerlos”. La organización ha jugado un rol importante en la lucha contra la monarquía, cuyo carácter absoluto fue reimpuesto el 2005 con la disolución del parlamento justo en los días que llegaba allí la Caravana por la Soberanía Alimentaria, de 13 países del Asia. Entonces fueron encarcelados por el nuevo régimen miles de manifestantes, entre ellos Chennaiah y Prem. El presidente de la organización está en la clandestinidad. “Somos un pueblo que peleará por democracia, libertad y por defender nuestros derechos. Nunca fuimos colonia de ningún imperio, y sabremos dar esta lucha”, asegura Prem. La migración es uno de los grandes problemas derivados del crítico estado de la agricultura, en que el trabajo agrícola no está sujeto a ninguna regulación y la propiedad de la tierra está concentrada en unos pocos. Para ellos, la Reforma Agraria es parte importante de su lucha, que sin duda no se detendrá hasta que haya un gobierno verdaderamente democrático que atienda sus aspiraciones.