Latinoamericanos rechazan declaración final de la FAO
La Declaración Final de la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) fue adoptada ayer (5), en Roma, por 183 países sin el apoyo de Argentina, Venezuela, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Bolivia. En sus intervenciones, los delegados de esos países dijeron que no van a poner obstáculos a la adopción del texto final, pero dejaron en claro que expresarían sus observaciones en un documento por separado
La delegación argentina afirmó que la declaración ignora la responsabilidad de las políticas agrícolas distorsionadas aplicadas en los últimos 60 años en los países desarrollados. Venezuela lamentó que el texto final caracterice el problema del hambre como una crisis coyuntural y no como un problema estructural relacionado con el sistema capitalista y su modo de producción y consumo.
Los delegados cubanos dijeron que la declaración es el resultado de la falta de voluntad política de los países del Norte para promover una solución justa y duradera a la crisis. Los otros países también siguieron la misma línea de críticas. Los movimientos sociales internacionales también demostraron decepción por los escasos resultados de la Cumbre.
El Forum del Sector Civil "Tierra Negra", celebrado durante la conferencia oficial y constituido por 900 organizaciones, expresó sus demandas para alcanzar la soberanía alimentaría y el derecho a la comida para millones de personas. En la declaración final del forum "No repetir los errores de siempre", la sociedad civil hizo propuestas concretas para combatir el hambre.
A contramano de esos argumentos, se encuentra la delegación brasilera, que con optimismo dijo que se han conseguido avances concretos. Uno de ellos es la exención de culpa de los biocombustibles en la actual crisis alimentaria. Otro punto tocado por el documento que agradó al gobierno brasilero fue la confirmación de un compromiso para una conclusión rápida y eficaz de la Rueda de Doha sobre desarrollo, iniciada en 2001.
El documento de la FAO confirma el objetivo establecido en 1996 de reducir a la mitad para antes del 2015, el número de personas que pasan hambre en el mundo. Cerca de 862 millones están en esa situación actualmente. Medidas de corto, mediano y largo plazos deben ser tomadas para enfrentar la crisis causada por el alza de los precios de los alimentos.
En una segunda línea de acción, la FAO prevé medidas de apoyo inmediato a la producción y al comercio agrícola. Éste fue uno de los puntos de mayor crítica por parte de Argentina. El trecho dice que "es necesario reducir al mínimo la adopción de medidas restrictivas que pueden incrementar la volatilidad de los precios internacionales". El país sudamericano pidió que los términos "medidas restrictivas" fuesen retirados. Argentina aumentó recientemente los impuestos para la exportación de granos del país. Además, los argentinos realizan una crítica contundente contra los subsidios agrícolas de Estados Unidos y de Europa en el documento. Los términos continuaron en el texto, pero el país va a explicar su posición en un apéndice.
Las notas sobre Seguridad Alimentaria son producidas con el apoyo del Banco del Nordeste de Brasil.