La biodiversidad en los alimentos
El impacto de la crisis económica ha provocado que por primera vez en la historia se supere la cifra de mil millones de desnutridos
Ante esta previsión de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para el curso del actual año, cobra especial relevancia el impulso que se le ha dado en la reciente Cumbre de Túnez al Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación, un acuerdo firmado en 2001 que los expertos equiparan en importancia al Tratado de Kyoto y que ha sido ratificado por 121 estados.
En Túnez se acordó crear un fondo para financiar proyectos en los países que mantienen mayor biodiversidad en sus cultivos, un objetivo clave para la supervivencia humana. Dado que el trigo, el arroz, el maíz y la papa concentran alrededor del 60% de las calorías alimentarias que ingiere la humanidad, en las naciones más pobres se mantienen cultivos como la quinoa y otros menos difundidos, que complementan y podrían reemplazar a los tradicionales.
Además, de este modo se impulsa una diversidad alimentaria que se ha ido perdiendo por la uniformidad impuesta por el consumo globalizado, lo cual está provocando una erosión genética.
Es importante, entonces, no sólo promover el mantenimiento de los cultivos más tradicionales, sino también incidir en los hábitos alimentarios para extender su consumo.
La reciente Cumbre de Túnez impulsó el Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para promover la diversificación de la producción alimentaria.