La destrucción de la biodiversidad agrava el caos climático
Quince años atrás, en la Cumbre de la Tierra de Río, se firmaron dos acuerdos internacionales: la Convención sobre Diversidad Biológica y la Convención sobre Cambio Climático. Los dos acuerdos se han desarrollado en forma totalmente independiente, aunque están íntimamente conectados
La biodiversidad y el clima están conectados a la formación de los problemas ambientales y a la búsqueda de soluciones.
La discriminación que sufren las economías locales y sostenibles basadas en la biodiversidad está en el corazón del caos climático.
En la medida que las economías locales con base en la biodiversidad son reemplazadas por economías globales centradas en la utilización de combustibles fósiles aumentan las emisiones de gases invernadero y con ello se acelera y agrava el cambio climático.
Las economías de la biodiversidad son multifuncionales. La biodiversidad proporciona alimentos, forrajes, combustibles, fibras y medicamentos. La biodiversidad crea cultura. De hecho la diversidad cultural y la biodiversidad van mano con mano. La biodiversidad es el verdadero capital de los indígenas, de las comunidades tribales y de las sociedades campesinas. Las economías de la biodiversidad proporcionan todo lo necesario para satisfacer las necesidades básicas, desde las escobas que sirven para limpiar nuestros hogares hasta las medicinas que salvan nuestras vidas y las semillas que nos dan comida.
Conservar la biodiversidad es, por lo tanto, una agenda contra la pobreza. La pobreza es la negación de las necesidades básicas. De ahí que protegiendo y rejuveneciendo a la biodiversidad se reduce la pobreza si es que la riqueza y la pobreza se miden en sus términos reales, no en construcciones ficticias de crecimiento y de Producto Interno Bruto.
Por otra parte, siendo la base de la verdadera riqueza, la biodiversidad es también una fuente de productividad. Las granjas orgánicas con biodiversidad obtienen dos veces más rendimientos e ingresos para los granjeros que los monocultivos que utilizan productos químicos. La biodiversidad rejuvenece la fertilidad del suelo y al dejar de lado los fertilizantes químicos, nos libra de uno de los más nocivos gases invernadero, reduciendo el impacto sobre el clima.
Navdanya es una granja orgánica cooperativa activamente comprometida en la renovación de la sabiduría y la cultura indígenas, en crear conciencia sobre los riesgos de la ingeniería genética, en defender los conocimientos populares contra la biopiratería y en proteger los derechos sobre los alimentos y el agua frente a la globalización. Nuestra investigación en Navdanya ha demostrado que las granjas orgánicas con biodiversidad incrementan la absorción del carbono de la atmósfera en más del 50% y la conservación de la humedad del suelo entre 10 y 20%. La agricultura orgánica con biodiversidad sirve para mitigar el cambio climático. Al conservar la biodiversidad podemos tener más alimentos a más bajo costo con menos gasto de energía.
Al mismo tiempo que reduce el impacto climático, la biodiversidad favorece la adaptación al clima. Los sistemas descentralizados con biodiversidad son más resistentes ante el cambio climático que los sistemas centralizados de monocultivos. Diversas variedades de semillas resistentes son necesarias para hacer frente a los ciclones y a los huracanes. Semillas resistentes a la sequía son necesarias para habérselas con las inundaciones. Y esas semillas deben estar en las manos de los agricultores. Es por eso que nosotros en Navdanya hemos comenzado a crear bancos de semillas para el cambio climático.
La biodiversidad, por lo tanto, nos proporciona una importante estrategia de adaptación para el caos climático.
Sin embargo, la biodiversidad no está aún en el centro de la discusión sobre el cambio climático. En cambio, pare enfrentar los problemas se proponen seudo soluciones como la producción de biocombustibles industriales y el comercio de la cuota de carbono.
Los biocombustibles industriales están destruyendo la biodiversidad y al mismo tiempo contribuyendo al caos climático. En India, las plantaciones de jatrofa se están apropiando de los terrenos pertenecientes a comunidades locales, dejando a éstas más pobres y más vulnerables ecológicamente. En Indonesia, las poblaciones indígenas están siendo desarraigadas para expandir las plantaciones de palmas para biocombustibles. El maíz destinado en Estados Unidos a la producción de biocombustibles ha duplicado su precio en México, donde es un alimento fundamental. Este es un desastre climático, un desastre para la biodiversidad y un desastre social.
Necesitamos poner a la biodiversidad en el centro de las soluciones climáticas. La conservación de la biodiversidad protege a las diversas especies que mantienen el tejido de la vida en el planeta. La conservación de la biodiversidad remueve la pobreza. Y la conservación de la biodiversidad reduce los riesgos del cambio climático. Estas razones ecológicas y económicas deberían impulsarnos a comprometernos en la protección de la biodiversidad dondequiera que estemos y hagamos que hagamos.