Kenia: el eje es la seguridad alimentaria
Los asistentes a este encuentro se manifestaron en contra de los agronegocios, los tratados de libre comercio, el neocolonialismo, y por una solución al tema migratorio y el acceso al agua como bien social
El VII Foro Social Mundial se lleva a cabo en la capital de Kenia con la participación de más de 100.000 asistentes con la mira puesta en la seguridad alimentaria y contra el neoliberalismo y neocolonialismo. En el complejo deportivo de Kasarani, a veinte kilómetros del centro de Nairobi, se realizan las actividades que se comenzaron en 2001 en Porto Alegre, Brasil, y que se pueden definir como la “contracara” del Foro Económico que se realiza en Davos, Suiza.
Miembros del Caucus Dignidad Humana y Derechos Humanos, explicaron que casi un tercio de la población de África subsahariana está desnutrida y alertaron que la cifra crece progresivamente.
En base a datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los expositores indicaron que casi la mitad de los africanos residentes al sur del desierto del Sahara viven en la pobreza, y más del 40 por ciento de los hogares dispone de menos de un dólar por día, indicador utilizado por el Banco Mundial para definir la pobreza a nivel internacional.
Una clara negativa hacia la “Revolución Verde” fue manifestada en las deliberaciones. Con este término se denominó a la irrupción de los agroquímicos, que permitieron elevar la productividad de los productores agrícolas pero a cambio de una nueva dependencia hacia las empresas productoras de estos bienes.
También se manifestó un fuerte rechazo a los Tratados de Libre Comercios (TLC), impulsados por Estados Unidos y la Unión Europea (UE). Los participantes del foro quienes han realizados más de 300 actividades autogestionadas, consideraron los TLC como estrategias de los países desarrollados para afianzar sus agendas de globalización corporativa.
El tema migratorio también centró el interés de este segundo día de debates en el FSM, donde impresionaron los testimonios y datos oficiales que expuso Mali al denunciar la situación migratoria de ese país y del resto de África, según informó Telesur.
Otros sectores sociales, por su lado, abogaron por la defensa de la información como un bien común de la humanidad, y denunciaron a las transnacionales que concentran los principales medios de difusión en una época de convergencia de tecnologías.
Cultura y biodiversidad, diáspora árabe y transnacionalismo, el derecho de las personas a un trabajo digno dentro de las Metas de Desarrollo del Milenio fijadas por la ONU, y software libre como mecanismo de compartir el poder, estuvieron en debate.
Uno de los talleres del día cuestionó la ayuda europea a países de África, el Caribe y el Pacífico, por condicionarla a lo que creen son buenos modelos de gobernabilidad y democracia.
Por su parte, la Red Ecuménica sobre el Agua exigió ``socializar`` el vital líquido, mientras la Red Jubileo Sur denunció la ilegitimidad de las deudas, tanto públicas como externas.
Miembros de la Asociación Cultural Punto Rosso, de Italia, señalaron estrategias y retos del movimiento mundial frente al Socialismo del siglo XXI, y la Plataforma Global de Ciudadanos alertó de las consecuencias negativas del cambio climático.
El VII Social Mundial fue inaugurado con una mega marcha en Nairobi, que durante cinco días congregará a más de cien mil participantes de todo el mundo con el desafío de proponer acciones específicas en contra de los males del mundo.
Nairobi completará en esta oportunidad, siete años de una iniciativa que nació en 2001 en Porto Alegre (Brasil), donde además sesionó 2002, 2003 y 2005; en 2004 se realizó en Bombay (India), y en 2006 se realizó de forma policéntrica en Karachi (Pakistán), Caracas (Venezuela) y Bamako (Mali).