Indígenas del Foro Latinoamericano deciden globalizar su resistencia
Con las esperanzas puestas en fortalecer la resistencia indígena frente a las políticas económicas de exploración, explotación y extracción de recursos naturales los pueblos indígenas de Colombia y Latinoamérica denunciaron el daño inmenso que han causado las empresas transnacionales a sus comunidades, y acordaron crear una alianza continental de resistencia frente a las mismas
Autoridades, dirigentes y comunidades indígenas se reunieron en le Foro Latinoamericano para socializar sus experiencia de afrontación y resistencia frente al conflicto con las multinacionales en cada uno de sus países, y las afectaciones que las empresas mineras, petroleras, madereras y todo los grandes megaproyectos han causado a los indígenas.
El evento fue organizado por la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, CAOI, y la Autoridad Nacional de Gobierno Indígena, ONIC, se realizó en Valledupar capital del departamento del Cesar, el pasado 17 de julio.
El Foro tuvo dos propósitos: uno reflexionar y socializar con respecto a la situación que los pueblos indígenas de América Latina han tenido frente a las políticas de las transnacionales en sus territorios y el segundo propósito es indicar criterios y propuestas para construir una agenda continental de resistencia frente a las transnacionales y multinacionales; enfrentar entre todos ese fenómeno que hoy les agobia.
Cada una de las organizaciones y pueblos indígenas del continente que asistieron al Foro expusieron sus problemáticas con las empresas y también sus procesos de resistencia frente a éstas para preservar los recursos naturales y defender a sus comunidades. Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Argentina fueron entre otros los países presentes.
Cada país presentó casos puntuales que demuestran lo mismo: la violación a los derechos humanos, la persecución política, la contaminación, la esterilización de la tierra y la pobreza en sus regiones.
En Colombia se denunció principalmente a las empresas petroleras, mineras, madereras y los megaproyectos como el caso del Puerto de Dibulla, la construcción de represas como Besotes y Urra, entre otras, que han afectado profundamente a las comunidades indígenas.
Entre los daños causados se encuentran: la generación de pobreza, desigualdad económica, problemas sociales de salud, educación y desempleo, desplazamiento masivo y selectivo, migración forzada, como es el caso de los pueblos Motilón Bari y Wayuú que constantemente cruzan la frontera a Venezuela, en condiciones de refugiados, o los Awá en el caso de la frontera con Ecuador; así lo denunció Luis Evelis Andrade, primer consejero de la ONIC durante su intervención.
Andrade dijo que las políticas del gobierno han sido contra los pueblos indígenas, en lo referente a la Seguridad Democrática, Seguridad Inversionista Cohesión Social, esto según el dirigente le ha felicitado la entrada a las multinacionales a los territorios indígenas afectando a las comunidades y desatando una fuerte persecución y represión contra las autoridades indígenas que orientan la resistencia por parte del gobierno y los militares.
La ONIC denunció que, incluso algunos de sus dirigentes han sido incluidos en la lista de terroristas por quienes el gobierno ofrece recompensas
Miguel Palacín, coordinador de la CAOI, expuso como todos los países latinoamericanos poseen una inmensa riqueza en biodiversidad y recursos naturales que son muy apetecidos por las empresas del capital extranjero que los diferentes gobiernos impulsan y las cuales no generan desarrollo acorde a las necesidades de las comunidades, sino por el contrario dejan a las comunidades sumidas en pobreza y les causan graves daño en salud y en aspectos de convivencia; porque quienes se oponen resultan perseguidos, criminalizados y judcilaizados por los gobiernos.
Las experiencias en todos los países son muy parecidas, los pueblos indígenas se oponen a la expansión de las transnacionales y los gobiernos responden militarizando la zona y reprimiendo a quienes lideran los procesos de resistencia.
Tal es el caso de Colombia “donde los procesos de resistencia frente a los megaproyectos están permeados por otras políticas como es la militarización de los territorios indígenas, en donde el pie de fuerza en el caso de la Sierra Nevada de Santa Marta, es muy numeroso, según el General Paredes, es de 20.000 hombres para la Costa Norte, la Sierra Nevada tiene el 75% de ese pie de fuerza en los territorios cuestión que afecta directamente a los pueblos indígenas; desplazamiento forzado y toda la víctimización que han sufrido los indígenas frente al conflicto, la incursión guerrillera, paramilitar y ahora los militares”, dijo a Actualidad Étnica Leonor Zalabata, una líder arhuaca de la región.
Según esta mujer que ha liderado arduamente la defensa de los derechos humanos de los indígenas, el gobierno actual de los colombianos ha sido muy hábil en expandir su política comercial; por un lado a aprovechado la situación política de los pueblos indígenas y ha sacado provecho en dos sentidos: por un lado cooptando a los líderes indígenas para ponerlos de su parte y por otro reprimiendo a través de la militarización y judicializando a quienes se oponen a los megaproyectos.
En casos internacionales las transnacionales también han puesto contra la pared a los pueblos indígenas, Palacín explicó el Caso del Perú donde han sido muy fuertes los procesos de resistencia y se han logrado incluso, parar algunos megaproyectos.
El caso de Manhatma o Tambo Grande donde se realizó una consulta popular y el 90% de la población no estuvo de acuerdo con la minería y la empresa tuvo que parar su producción, sin embargo, aún habiendo ganado esta batalla 150 dirigentes indígenas tendrán que ir a la cárcel. También las empresas que explotan cobre en es país, como el caso del Complejo Metalúrgico de la Oroya ha afectado la salud de los niños, quienes tienen su sangre contaminada de plomo.
Palacín se mostró preocupado pues, el 30% de los niños indígenas del Perú muestran contaminación de plomo en su organismo. La delegación de Chile denunció como en su país el Pueblo Mapuche es blanco de persecución militar por oponerse a las empresas forestales que no solo usufructúan sus recursos, sino que contaminan el agua con sus desechos.
En este panorama se mueven los indígenas del continente que deben buscar medidas efectivas para hacer frente a las multinacionales, empresas transnacionales y los grandes megaproyectos de infraestructura como el IIRSA que afectan, según ellos, la vida y el desarrollo de sus comunidades.
Por eso los indígenas reunidos en este Foro ven la necesidad no sólo de enfrentar, sino de buscar salidas y unificarse para resistir frente al fenómeno de explotación de recursos y frente a los tratados comerciales, como el TLC y los acuerdos entre el CAN y la Unión Europea, pues son estos acuerdos los que allanan el camino para que las empresas multinacionales y trasnacionales puedan operar libremente en todo el territorio ancestral de los indígenas.
Frente a este alud de complicaciones y de retos que afrontan los indígenas mediante el Foro buscaran construir una agenda continental de resistencia frente a las transnacionales y multinacionales; en palabras de Jaime Arias, gobernador del Cabildo Indígena Kankuamo, “globalizar la lucha y la resistencia indígena”, para hacer frente al inmenso poderío que despliegan las transnacionales y que vulneran los derechos de los pueblos indígenas.
En entrevista con Actualidad Étnica Miguel Palacín, indígena del Perú, dirigente de la CAOI planteó que los indígenas deben pasar de la resistencia a la acción: “concebir y construir políticas de acción; incrementar los niveles de participación en gobiernos locales y más allá si se quiere, porque nadie va a hacer una ley a favor nuestro”.
Palacín resaltó el caso de Bolivia y Ecuador donde ya existe un marco democrático “donde hay opciones de participación para los pueblos indígenas y no como en otros países donde las opciones son para los otros y no para nosotros”.
El líder peruano manifestó que otra forma de hacer frente al avance de los grandes megaproyectos es visibilizando el pensamiento de los pueblos indígenas: “lo que queremos ahora es que la otra sociedad que copió nuestro modelo entiendan nuestro proceso.
Hay que optar, también, por una política que mitigue los impactos de las transnacionales, que no hay mayores consecuencias; hay que generar estas políticas de Estado y aquel que no cumpla hay que demandarlo y judicializarlo, porque a los pueblos indígenas se les ha violentado sus derechos.
La criminalización y el asesinato de gente, políticas que implementan los gobiernos, no son las más apropiadas de un Estado que no debe pensar sólo en la economía de unos pocos, sino en el bienestar de todos”.
De este Foro ya salió la propuesta de crear un Observatorio Jurídico a nivel continental. Este observatorio será un espacio de análisis y de toma de decisión frente a casos de criminalizacion contra líderes indígenas
Palacín le dijo Actualidad Étnica que el Observatorio busca: “mirar cómo hacemos la defensa jurídica en los casos que son criminalizados, cómo analizamos la legislación que nos afecta, cómo es que los tratados y convenios internacionales como el 169 de la OIT o la declaración de Naciones Unidas sobre derechos Indígenas no se cumplen, cómo hacemos para que se incorporen nuestros derechos en las políticas de Estado que se vienen implementando, cómo es que tenemos que proteger la pacha mama (madre tierra) y la biodiversidad y qué acciones tomar para que no se firmen los acuerdos comerciales; ahí esta la esencia de la cultura indígena, de la resistencia y del pensamiento indígena”.
A todos estos interrogantes dará respuesta el Observatorio Jurídico que ya empieza a construirse.
Palacín se mostró muy satisfecho con la realización del Foro: “el hecho que como actores nos unamos es muy interesante”.
También Leonor Zalabata valoró mucho esta iniciativa a nivel continental: “esta alianza es muy importante; esta articulación de problemáticas de propuestas, de ideas, de pensamientos de los pueblos indígenas latinoamericanos con la solidaridad de muchas organizaciones nacionales e internacionales contribuye a que la humanidad, también, acompañé la lucha de los pueblos indígenas por su permanencia y garantizar la vida de la naturaleza y se siga garantizando que las futuras generaciones puedan tener espacios libres de infraestructura que han dañado el medio ambiente y que contribuye al calentamiento global.
Si continuamos así que estamos conduciendo a la destrucción de la humanidad; la tierra se destruye y con ella la humanidad”.