Indígenas costarricenses presentan manifiesto contra el TLC
Los indígenas costarricenses ratificaron hoy ante el Congreso su participación en la lucha contra el Tratado de Libre Comercio Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos
El Grupo Talamanca por la Vida y la Tierra alertó sobre la vulnerabilidad de los argumentos que sostienen las autoridades sobre el acuerdo, considerado perjudicial para la soberanía, la institucionalidad y el devenir de la nación.
Fililencio Castillo, dirigente de la agrupación, manifestó la preocupación de los indígenas por la presumible transformación en mercancía de los recursos naturales situados en sus reservas y el peligro de que les sean arrebatados de forma total.
Exigimos, amparados en la Constitución, que nos escuchen y atiendan nuestro llamado, para que nuestros hijos, nietos y descendientes todos tengan una tierra, un porvenir, un derecho como indígenas, declaró.
Mientras, otro de los dirigentes de las ocho étnias ticas, Benjamín Mayorga, señaló que en el ámbito de un tratado como el referido la agricultura originaria está condenada a desaparecer ante la imposibilidad de competir con los agricultores de Estados Unidos.
Los indígenas no son sujetos a crédito en Costa Rica y ya estamos quebrados antes de empezar a cosechar, mientras que el gobierno norteamericano subvenciona a todos sus agricultores, recordó.
Además, el encarecimiento de las medicinas genéricas por los artículos relacionados con la propiedad intelectual y las patentes dificulta el acceso de estos pueblos a ellas, añadió.
Mayorga insistió en que la prohibición de intercambiar semillas, bajo los términos del convenio, también podrían en aprietos a los nativos, por lo que participarán en las marchas contra este.
Con antelación, cientos de ellos asistieron a la Primera Gran Jornada contra el tratado, realizada entre el 23 y el 24 de octubre de 2006 y en otras manifestaciones programadas contra la iniciativa.
Los bribri, gabecar, maleku, chorotega, huetar, teribe, bruncas y guaymi poseen una historia y un conocimiento milenario y en sus lugares de asentamiento se conserva la mayor cantidad de bosques, recursos acuíferos, minerales y biodiversidad.
A pesar de esto, y de que sólo representan el dos por ciento de los habitantes de esta nación, enfrentan una progresiva depauperación, admiten estadísticas oficiales.