Honduras: en 15 años no habrá bosque, por Carlos Enrique Girón

En 15 años o menos Honduras se quedará sin bosques, lo que significa renunciar al agua, al aire puro y a la vida misma.
El panorama de los recursos forestales es devastador, la tala ha enriquecido a unos pocos pero acabará con todos

Así describe la situación forestal la fiscal del Ambiente, Clarisa Vega. Tanto para ella como para el sacerdote Andrés Tamayo, ya no es hora de dialogar. Mientras tímidamente el gobierno intenta algunas acciones, miles de motosierras acaban con la cuarta parte de bosque que sobrevive desde 1970.

?Tiene que haber veda a corto plazo y por tiempo indefinido hasta que se busque una solución?, dice Tamayo, a quien lo acompaña una seguridad policial, por las amenazas de los madereros olanchanos.

Cifras

De acuerdo a datos de organismos internacionales, Honduras posee una de las mayores coberturas forestales de Centroamérica. Sus bosques ocupan el 50.5 por ciento de la superficie del país y representan aproximadamente un cuarto del área forestal de Centroamérica.

El bosque latifoliado es la mitad del total del bosque y está concentrado al este, aunque se encuentran fragmentos dispersos en todo el país.

Una de las amenazas más sensibles para el país es la deforestación, a lo que se suman los incendios, los que aumentan considerando las frecuentes sequías que sufre la región. En Honduras las áreas afectadas se dan a lo ancho del territorio nacional hacia el sur, con una pérdida anual que supera las 100,000 hectáreas.

Estos problemas provocan una significativa reducción de sus recursos hídricos. Es muy notorio que la mayor parte de las cuencas hidrográficas han alterado sus ciclos hidrológicos, lo que provoca grandes avenidas en la época de lluvia y disminución de caudales en época seca.

Las zonas de reserva no son respetadas y en la zona sur y occidental de La Mosquitia, zona de reserva, se extraen maderas preciosas como la caoba.

Asimismo, existen otras especies sobre explotadas principalmente en las zonas periféricas, las que son utilizadas para la extracción de aceite o para la construcción, como son el liquidámbar y la palma.

Pero aunque la tala es inmisericorde en Honduras y el resto de Centroamérica, la balanza de las importaciones y las exportaciones de productos forestales de la región es negativa, arrojando un total de 448,406 dólares importados y 70,504 exportados, dejando la balanza en 377,902 dólares. Honduras exporta la mitad de lo que importa en productos forestales.

A nivel regional, el área de bosque es de 19,619,000 hectáreas, de las que Nicaragua tiene el 28 por ciento, Honduras el 21, Guatemala el 20, Panamá el 14, Belice el 10 y Costa Rica el seis por ciento y El Salvador el uno por ciento.

Deuda externa

El padre Andrés Tamayo dice que de acuerdo a cifras del Banco Mundial, con la madera que se extrae cada año se podría pagar la deuda externa de Honduras. Desde 1970 a la fecha han salido del país 45 mil millones de dólares en madera.

"Yo pido a los gobiernos que ya no haya más indeferencia. Están destruyendo el país, creando pobreza, que piensen con el corazón humano y cuando lo entiendan harán los cambios".

Agrega que uno de los problemas es que la mayoría de bosques nacionales y ejidales fueron privatizados ?y los adquirieron nada más y nada menos que las empresas madereras?.

Agrega que la Ley forestal no es problema, que es buena sólo que en el 90 por ciento no se cumple. ?La ley dice que el plan de manejo debe ejecutarse con la comunidad pero los madereros ignoran esa parte?.

Al gobierno le recomendó estudiar cuántas personas emigraron porque no tienen agua, sólo por darle gusto a unas tres mil personas. "La cuestión es cómo hacer beneficiaria y no jornalera del bosque a la gente, por ejemplo pagarle 500 dólares por hectárea al año y la gente lo cuidará bien".

Pequeñas cosas

De acuerdo a las cifras de la fiscal del Ambiente, Clarisa Vega, hasta el año pasado había un área total de 1,840,309 hectáreas de bosque, y bajo manejo 1,019,537 hectáreas, entre terrenos nacionales, ejidales y particulares.

Pero esa cantidad de recursos forestales están siendo cortados ilegalmente, lo que lleva al país a un impacto severo en el ambiente y ahora nos encontramos que las fuentes de agua se han venido secando, se ha cambiado el ciclo de lluvias y se cambió el clima.

Se necesita una veda urgente, donde en el área protegida no se pueda cortar, que se restrinjan los planes de manejo y se supervise el cumplimiento de los mismos.

"Sin embargo, el afán de lucro de los madereros hace que los cortes se hagan indiscriminadamente, sin atender planes de manejo y sin importarles las consecuencias".

Agregó Vega que "la pérdida del recurso forestal, especialmente del bosque latifoliado, conlleva la pérdida de la biodiversidad y el panorama es triste. Los recursos forestales presentan un panorama devastador, que aumenta la vulnerabilidad del país a los fenómenos naturales.

Tienen que imponerse forzosamente las evaluaciones de impacto ambiental. 100,000 hectáreas anuales se pierden por la tala y 200,000 por los incendios, que generan ganaderos, agricultores y gente con inclinación al crimen".

Veda

También es del criterio que el problema del bosque no es la ley. Es la administración del recurso. "El gobierno no ha dicho si habrá veda, si disminuirán la cantidad de planes de manejo, la población espera una decisión. Qué el gobierno pare esta cuestión", clamó.

Por mientras, dijo que hay pequeñas cosas pero significativas que se pueden hacer, entre ellas obligar a los transportistas de madera a circular sólo en horas del día y que usen una sola carretera principal. Si lo hacen por la noche y por una calle no autorizada que sean sancionados y decomisado el producto.

"La Fiscalía no puede ordenarlo, debe ser una política del Estado para detener el deterioro del bosque, ya no deben entrar más motosierras al país y hacer un inventario de las que hay", recomendó.

La Prensa, Honduras, 11-6-03

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