Foro Social Paraguayo: Chávez recibió el manifiesto
Aproximadamente 2500 personas de los diferentes movimientos sociales, y no gubernamentales del país se manifestaron a favor de la integración y la soberanía de los pueblos el pasado lunes desde la Plaza Italia, Fiscalia General del Estado e inmediaciones del Hotel Excelsior, lugar en el que se encontraban reunidos los Presidentes del MERCOSUR
Junto a Duarte participaron del encuentro los mandatarios de Uruguay, Tabaré Vázquez, de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, Argentina, Néstor Kirchner, Chile, Ricardo Lagos; de Ecuador, Alfredo Palacio; de Colombia, Alvaro Uribe, y de Venezuela, Hugo Chávez. En representación de Perú y Bolivia, naciones asociadas al pacto regional, asistieron sus respectivos cancilleres.
Una Comitiva conformada por cinco Compañeros/as representantes de las organizaciones sociales llegaron hasta el lobby del Hotel Excelsior, fuertemente custodiados por efectivos militares y policiales con el mandato expreso de hacer llegar el Manifiesto de las organizaciones sociales a los Presidentes presentes en la XVIII Cumbre del Mercosur.
Cabe señalar que las Cartas a los Presidentes del MERCOSUR, no pudieron ser entregadas en propias manos, ante la negativa del Presidente Nicanor Duarte Frutos expresadas por el Jefe de Protocolo paraguayo quien señaló que no se encontraba en la Agenda.
No obstante la compañera Mariela González en representación del Foro Social Paraguayo hizo entrega al Presidente de Venezuela, Hugo Chávez una copia del Manifiesto, en la noche del lunes 20 frente al Hotel en el que se encontraba alojado. El Presidente de la República Bolivariana se encontraba compartiendo con el Embajador Venezolano en Paraguay, José Huerta Castillo y Sra. junto a el escritor Miguel Angel Fernández y otros, luego de su encuentro con los estudiantes universitarios en la Facultad de Filosofía de la UNA, y que fuera organizado por el Congreso Bolivariano de los Pueblos, Capítulo Paraguay.
MANIFIESTO
DE ORGANIZACIONES SOCIALES , OBRERAS, CAMPESINAS,
POPULARES Y NO GUBERNAMENTALES ANTE LA
XVIII CUMBRE DE PRESIDENTES DEL MERCOSUR
Asunción, 20 de junio 2005
POR UNA INTEGRACIÓN SIN POBREZA NI DESIGUALDAD
¡¡¡ HAGAN ALGO YA!!!
Como integrantes de organizaciones sociales, obreras, campesinas, populares y no gubernamentales del Paraguay nos dirigimos a ustedes, conscientes de la importancia de la participación ciudadana pero preocupados a la vez por la insuficiente respuesta de los gobiernos de la región a los graves problemas sociales por los que atravesamos desde hace varias décadas.
En este sentido y en particular, las integraciones que nos han planteado en los últimos años no han apuntado a un mejoramiento de los derechos y libertades de nuestras sociedades ni a un mejoramiento de la calidad de vida de su población sino más bien lo contrario. Nos han planteado integraciones económicas que daban prioridad a las grandes empresas -nacionales o multinacionales- excluyendo a sectores enteros como campesinos sin tierra, pueblos indígenas, pequeños productores, mujeres discriminadas, trabajadores informales, etc.
De hecho, hemos aprendido que una integración orientada a liberalizar aún más las economías, donde los derechos de la ciudadanía se recortan y lo único que se amplia es la libre circulación de mercaderías y capitales favorece solo a las grandes corporaciones y concentra más la riqueza socialmente producida en unas pocas manos, incrementando las desigualdades ya existentes a costa de la exclusión de los más pobres. El llamado "libre comercio" y las recetas de las agencias multilaterales, junto con la corrupción de nuestros gobiernos, no ha traído más que pobreza llevando a la polarización a nuestras sociedades y acentuando sus desigualdades.
Para que nuestros pueblos y sociedades puedan desarrollarse es necesario reorientar las políticas comerciales para promover el comercio justo y fomentar un desarrollo sustentable que tiendan al pleno respeto a la vida y dignidad humana y medioambiental. Las reglas y políticas comerciales deben asegurar nuestro derecho a emprender agendas de desarrollo propias, que den prioridad a los intereses de nuestros pueblos. Esto incluye la habilitación de medidas que protejan los servicios públicos de la liberalización y la privatización y la exigencia de responsabilidad social ante lo público de las empresas privadas.
Para nosotros/as una verdadera integración debe ser no sólo económica sino también social, política y ambiental y debe promover los derechos humanos, la justicia social, la democracia, la libertad, la solidaridad, la diversidad, la no discriminación y la paz. No hay integración sin asegurar una igualdad mínima en el acceso a derechos y libertades de todos los habitantes en el mismo territorio, sin promover la igualdad y equidad en el acceso a los recursos, los derechos y las libertades, ni atender a las asimetrías existentes.
Necesitamos una integración liderada por gobiernos que respondan y defiendan los intereses de sus mandantes, y no integraciones lideradas para provecho de multinacionales, o bloques económicos más poderosos. Necesitamos una integración cuya referencia sean los Derechos Humanos de todos y todas y no los intereses corporativos de unos pocos. Necesitamos una integración democráticamente construida que incluya a sus ciudadanos y no una integración construida entre cuatro paredes o por técnicos que ven a la población como objetos y no sujetos.
Estamos convencidos de que nuestros países cuentan con los recursos y bienes suficientes para resolver la pobreza y sus consecuencias, por lo que exigimos y hacemos un llamado a sus gobiernos para pedirles:
1) Avanzar hacia una integración social, política y económica de nuestros pueblos construida participativamente y basada en la dignidad y diversidad de las personas y en el respeto al medioambiente, que aseguren unas condiciones de vida mínimas para todos y todas.
2) El compromiso de erradicar la pobreza en todos los países, atendiendo especialmente a la población vulnerable como mujeres, niños/as e indígenas, y dando mayores y mejores oportunidades a los grupos en desventaja social o económica.
3) La implementación de políticas públicas que eliminen las desigualdades y redistribuyan la riqueza, incluyendo el acceso universal y de calidad a los servicios sociales públicos; políticas impositivas redistributivas; el respeto por las normas laborales fundamentales; y la promoción de medidas preferenciales para grupos marginalizados, entre otros. Con especial atención a garantizar a las mujeres la plena protección de sus derechos civiles, laborales, reproductivos sexuales y humanos.
4) El incremento de la inversión social en los presupuestos generales, y la eliminación de gastos superfluos o no prioritarios -especialmente los gastos militares- que garanticen los recursos suficientes para implementar las políticas públicas universales y de calidad.
5) El cese de las políticas de privatización y "liberalización" que conducen a la concentración de los recursos públicos en un número cada vez menor de personas, a menudo extranjeras; así como políticas comunes contra la deuda externa que liberen a nuestros pueblos de cargas que no le beneficiaron contraídas por gobiernos corruptos y que ahora lastran su desarrollo.
6) La implementación de reformas agrarias integrales, acuarias y energéticas para asegurar que los agricultores y agricultoras, pescadores y pescadoras y otras comunidades rurales tengan el acceso, el control, la propiedad y la gestión de los recursos productivos, con especial atención a que las mujeres puedan tener acceso real equitativo al crédito, capacitación tecnológica, mercados y mantener el control y el acceso sobre los recursos, tales como las semillas nativas. Especialmente, implementar políticas que garanticen el derecho de los pueblos a la Soberanía Alimentaria, entendida como el derecho a proteger a sus productores, sobre todo los medianos y pequeños, a través de la agricultura familiar.
7) Asegurar el derecho colectivo a la propiedad de los pueblos y su prioridad sobre las reglas de propiedad intelectual, así como el derecho de las comunidades negras e indígenas a la plena autonomía en las decisiones sobre sus hábitat tradicionales de acuerdo con sus sistemas culturales y derechos tradicionales. Y especialmente, defender el derecho soberano de los pueblos a recurrir a permisos obligatorios y otras medidas que garanticen el acceso a medicamentos esenciales, como en el caso de la prohibición y comercialización por parte del Brasil, la india y Cuba de medicamentos antiretrovirales para el tratamiento de personas con VIH/SIDA; y prohibir las patentes sobre las formas de vida incluyendo animales plantas microorganismos y procesamiento de material biológico y genético, incluso los que derivan del cuerpo humano.
8) La creación y el fortalecimiento de mecanismos participativos tanto a nivel nacional como regional que aseguren que los procesos de diseño, elaboración, implementación, gestión y evaluación de políticas públicas sean transparentes, abiertos, accesibles y coherentes.
9) El cumplimiento de todos los compromisos internacionales en materia de derechos humanos, desarrollo y medioambientales, para que sean asumidos e implementados por los gobiernos de manera sostenible y en forma participativa, democrática, transparente y con rendición de cuentas ante la ciudadanía.
10) La renegociación de los tratados binacionales de Itaipu y Yacyretá en base al intercambio complementario de energía y energéticos en el marco de una real integración.
11) La desmilitarización del continente, a través de la reducción progresiva de los efectivos, la disminución de los gastos militares y el cese de la carrera armamentista en la región, destinando el dividendo de paz al aumento de los gastos sociales. Así mismo solicitamos una postura firme y común para no realizar convenios y acuerdos bilaterales que permitan el ingreso de tropas militares estadounidenses con inmunidad y cesión de soberanía a nuestros territorios y la no instalación de más bases militares en Latinoamérica tendiendo al cierre de las mismas que ya se encuentran en Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia; además de la no militarización de los conflictos sociales.
Conscientes de la trascendencia política de estas decisiones, es que les instamos a que asuman la responsabilidad democrática de consultar al pueblo sobre todos estos temas antes de comprometer nuestro destino y el de las generaciones venideras.
Apostamos a la vida, a la soberanía y a la integración solidaria de nuestros pueblos. Este es nuestro compromiso de lucha y de construcción, en pos de otro MERCOSUR posible.
Saludamos a los Señores Presidentes presentes
Firman: Frente Nacional por la Soberanía y la Vida- Plataforma Paraguay Sin Excusas Contra la Pobreza- Iniciativa Paraguaya por la Integración de los Pueblos- Organizaciones Convocantes del Foro Social Paraguayo