Exponen denuncia internacional contra la soja transgénica
Se trata del resultado de una investigación realizada por la periodista francesa Marie Monique Robin. Disertó en público ayer y el jueves pasado
Además de testimoniar en el juicio conocido como Regimiento 9, la periodista francesa Marie Monique Robin, expuso en esta ciudad el resultado de su investigación sobre la producción de soja transgénica en el mundo. La conclusión del trabajo periodístico se convirtió en una fuerte denuncia pública sindicando a esta actividad como un “peligro a la salud del medio ambiente y una verdadera pesadilla sanitaria”.
Monique Robin fue recibida y estuvo acompañada por los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos, Garantías Constitucionales y Derechos de Usuarios y Consumidores de la Cámara de Diputados.
La periodista francesa expuso sus conclusiones en dos charlas públicas brindadas en el recinto de la Legislatura provincial, en la noche del jueves y en uno de los salones del Colegio de Abogados de la Primera Circunscripción Judicial de la provincia, ayer al mediodía.
Avance
Durante las charlas advirtió que la producción de soja transgénica significa una amenaza para la salud humana y la pérdida de la biodiversidad. Señaló que en el país hay más de 14 millones de hectáreas cultivadas, representando el 50 por ciento del total de la plantación argentina.
Explicó que la amenaza de esta producción está dada en el desconocimiento de las consecuencias que puede causar la manipulación genética realizada en la soja, la utilización de un poderoso herbicida que contamina el medio ambiente y la destrucción de la tierra a partir de un proceso de pérdida de la biodiversidad.
Dijo que esta situación se produce por el poderío económico que tiene la producción de soja transgénica. Junto con sus derivados son demandados por importantes mercados de China y Europa para la alimentación de animales. La periodista francesa contó que esta planta leguminosa significa el 30 por ciento de la producción agrícola argentina exportable.
Además, afirmó que la multinacional cobra millones de dólares anuales por regalías de la comercialización y exportación de este producto ya que, según dijo, tiene patentada de su propiedad la semilla de esta planta.
Importa señalar que las exportaciones de estas plantas y sus derivados tributan el 20 por ciento del total al Estado.
También responsabilizó de esta preocupante situación a la empresa multinacional Monsanto, que impulsó y dirigió la producción de soja transgénica en Argentina a partir de 1997. Las plantaciones se extienden en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Entre Ríos y Santiago del Estero, entre otras.
En el marco de su investigación mundial sobre la soja transgénica y sus consecuencias, Monique Robin recorrió Argentina en 2005, recolectando datos y haciendo un trabajo de campo que fue presentado en un documental audiovisual y un libro.