Explotación minera, las empresas extranjeras se disputan el patrimonio regional
Chile y Argentina se preparan para comenzar a explotar Pascua Lama, ubicada en el límite entre ambos países
Los tratados bilaterales avalan el proyecto ideado por la empresa canadiense Barrick Gold.
Todavía no se concretaron los acuerdos, pero el comienzo de las obras es inminente. En el límite entre Argentina y Chile, a la altura de la provincia argentina de San Juan, la mina de Pascua Lama comenzará a ser explotada por la multinacional canadiense Barrick Gold.
Si bien está todo listo en el lado chileno, en el gobierno argentino todavía existen dudas para aprobar el proyecto.
Estas vacilaciones tienen que ver con el posible impacto ambiental que el proyecto podría ocasionar a largo plazo.
Es que Pascua Lama es un yacimiento del que se extraerá oro a cielo abierto. Esto quiere decir que en los mecanismos de extracción están implicados materiales altamente tóxicos. Para el trabajo se utilizará cianuro y esto supone un alto riesgo de contaminación de las napas de agua subterráneas con el lavado del metal.
Ese punto no es todo. Para que el proyecto pueda ser viable, Barrick Gold pretende trasladar parte de los glaciales Toro I, II y Esperanza que se encuentran en la zona, afectando irremediablemente el medio ambiente y la actividad agrícola del Valle de Huasco.
Es factible pensar que las consecuencias serán atroces e irreversibles. El traslado de los glaciares afectará fuertemente el ecosistema, la utilización de agua por parte de la empresa traerá complicaciones a los productores de la zona, más aún cuando se acerquen los períodos de sequías característicos de la región. En tanto, la fusión del cianuro con el agua traerá como secuelas la contaminación y la propagación de enfermedades.
El proyecto de Pascua Lama tiene una vida útil de sólo 20 años; el monto de la inversión será de 950 millones de dólares y anualmente producirá unas 615 mil onzas de oro. Y por esos números se embargará el futuro de las generaciones venideras, como ya se lo intentó hacer en otras partes de la Argentina.
La polémica sobre la extracción de oro con cianuro a cielo abierto no es nueva. Aunque, hoy están frenados, estos mecanismos son los mismos que se pensaban utilizar en Esquel, en la Mina El Desquite. Este emprendimiento iba a ser llevado a cabo por la empresa canadiense Meridian Gold, asociada de la Barrick Gold.
Las consecuencias ambientales de este sistema de extracción tampoco son novedad. En el proyecto minero peruano, en la región de Ancash, la empresa debió pagar una millonaria suma como resarcimiento por la contaminación y efectos colaterales en la población.
Por eso no es de extrañar que también existieran irregularidades en la presentación de los informes de impacto ambiental de Pascua Lama. Para obtener la aprobación de ambos gobierno, Barrick Gold presentó un estudio de impacto en donde no se mencionó la existencia de glaciares en la zona de Pascua Lama.
En tanto, en Argentina, se espera la resolución de las autoridades de la provincia de San Juan, para comenzar con las obras de extracción. Avalados por el tratado binacional aprobado en 1997 por Carlos Menem (presidente de Argentina) y Eduardo Frei (presidente de Chile) los empresarios extranjeros tienen vía libre para avanzar con un proyecto que comprometerá la vida y el desarrollo de la población.
Mientras tanto, los ciudadanos argentinos y chilenos protestan continuamente para impedir la instalación de la empresa en Pascua Lama. Realizan marchas, escraches y movilizaciones a fin de frenar el desastre ambiental que se avizora.
Sin embargo, como es de esperarse, debido a los intereses impuestos, las protestas son silenciadas y no logran traspasar al ámbito nacional.
(*) La autora de esta nota es alumna del Seminario “Periodismo en Escenarios Políticos Latinoamericanos” que actualmente dicta la Agencia Periodística del Mercosur (APM) en la extensión ISER de Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.