Estados Unidos: juicio a Shell
El juicio que se acaba de iniciar en Estados Unidos contra la multinacional angloholandesa Shell por su complicidad en las ejecuciones sumarias de nueve activistas medioambientales nigerianos, entre ellos el poeta y activista ambiental Ken Saro-Wiwa
El juicio que se acaba de iniciar en Estados Unidos contra la multinacional angloholandesa Shell por su complicidad en las ejecuciones sumarias de nueve activistas medioambientales nigerianos, entre ellos el poeta y activista ambiental Ken Saro-Wiwa, pone en evidencia hechos sumamente graves, como la constatación de la violación de los derechos humanos en países del Sur cometidos, directa o indirectamente, por empresas multinacionales. El caso de Shell es uno de los más conocidos, pero no es el único.
Dentro de los ejemplos que muestran esta realidad, se pueden citar varios casos en América Latina.
En Perú se ha denunciado el secuestro y la tortura de campesinos en las instalaciones de la empresa minera inglesa Majaz en 2005. En Colombia, una unidad del Ejército colombiano, acusado de violar los derechos humanos de la población de Arauca, recibió financiación de la petrolera estadounidense Oxy para proteger sus instalaciones. En Argentina, el Tribunal Supremo investigó a 17 compañías petroleras -entre ellas la española Repsol YPF- por el daño ecológico que ha causado en cinco provincias.
Pese a todas estas denuncias, en muy pocas ocasiones se consigue llevar a juicio a estas empresas y apenas existen casos de sanciones y penas en su contra.