España: maiz transgénico en Extremadura
Mientras Francia prohibe el cultivo de maíz transgénico, el gobierno español autoriza ensayos con variedades de este maíz en Extremadura
El gobierno francés, basándose en informes científicos que ponen en duda la inocuidad del uso del maíz transgénico MON810 de la casa Monsanto, y aplicando la cláusula de salvaguardia prevista en las Directivas Europeas que dice que si un país dispone de nueva información de que un transgénico "constituye un riesgo para la salud humana o el medio ambiente podrá restringir o prohibir provisionalmente en su territorio el uso o la venta", ha prohibido de forma oficial el cultivo de este maíz. Un transgénico es una planta a la que se le ha alterado un gen para que adquiera algunas características nuevas, en este caso la resistencia a una plaga.
La excelente decisión del gobierno francés se basa en la revisión científica y en estudios llevados a cabo en la actualidad que demuestran, con nuevos datos, que es imposible garantizar que no se produce "polinización cruzada", es decir, que no se puede asegurar, con las distancias fijadas como seguras en el año 1998, que una planta transgénica no polinice a un maíz no transgénico -lo que supondría una contaminación irreversible-.
En la misma línea demuestran que la toxina producida por el maíz transgénico ha aparecido en la cadena trófica. Es decir, que acaba afectando a insectos beneficiosos -como las lombrices- para los que en teoría la toxina no debería tener actividad. Finalmente el informe sostiene que faltan estudios sobre la toxicidad a largo plazo sobre el ser humano y la persistencia de la toxina en el medio ambiente.
Estos datos serían suficientes para que cualquier otro gobierno pusiese al menos objeciones a nuevos plantaciones o nuevos ensayos de variedades de maíz transgénico. El maíz MON810 está ampliamente distribuido en nuestro país con más de 75.000 hectáreas y un crecimiento anual de un 39% según datos de la fundación Antana. Son 55 las variedades autorizadas en España de MON810.
Lo lógico ahora sería que el gobierno español aplicara el principio de precaución y siguiera los pasos de Francia. En cambio, el Ministerio de Medio Ambiente ha autorizado ensayos en Extremadura y otras comunidades con híbridos del maíz modificado genéticamente que acaban de prohibir en Francia.
La total despreocupación, por parte de nuestros políticos, por el futuro de las producciones de calidad -los cultivos transgénicos son incompatibles con la producción ecológica-, y por las consecuencias medioambientales -suponen una amenaza directa a la biodiversidad- y sobre la salud del ser humano, se ha mantenido con los gobiernos del PP y del PSOE; ambos han dado el visto bueno a este crecimiento que coloca a España en el puesto número dos -detrás de Argentina- en producción de maíz transgénico, a pesar de que más de 70% de los españoles encuestados por el Instituto de Investigaciones Sociológicas considera peligroso la modificación genética de ciertos cultivos.
Juana Labrador, doctora en Biología y profesora de la UEX. Candidata nº
1 de Los Verdes al Congreso por Badajoz.