España: Plataforma Antitranxénicos tacha de "papel mojado" acuerdo del Parlamento
La Plataforma Galega Antitransxénicos denunció hoy la "falta de compromiso" del acuerdo consensuado en el Parlamento gallego por el PPdeG, PSdeG y BNG para pedir a la Xunta que no se proponga en Galicia la producción de alimentos manipulados genéticamente destinados al consumo humano y animal, así como que se potencien los productos agroganaderos tradicionales de calidad y los cultivos ecológicos
Representantes de tres organizaciones integradas en la plataforma, Amalia Moares (Amigos da Terra), Charo Sánchez (Sindicato Labrego Galego) y Fins Eirexas (Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia) calificaron de "papel mojado" el citado acuerdo por considerar que impulsa medidas "contradictorias" y "bastante laxas".
Por ello avanzaron que solicitarán reunirse con responsables del Gobierno gallego a fin de "concretar" iniciativas y "supervisar" la actuación de la comisión de seguimiento que se creará para controlar la presencia de transgénicos en la comunidad tras del pacto alcanzado ayer en la Cámara autonómica.
"El Parlamento demostró cobardía y falta de compromiso al consensuar un texto que es papel mojado", aseguró Moares, de Amigos da Terra, al sostener que los grupos no consultaron a la plataforma antes de consensuar y aprobar la propoposición no de ley. "Nuestras peticiones no fueron recogidas en el documento final y, así, no se declaró Galicia como zona libre de transgénicos", reprochó.
La plataforma rechazó los cuatro puntos que integran el pacto cerrado en la Cámara al sostener que su respaldo a la producción agroganadera tradicional, aunque impide la polinización o fecundación por organismos manipulados genéticamente, mantiene "cierta permisividad a la hora de seguir realizando cultivos", como apuntó Sánchez (SLG).
Además, con respecto al refuerzo de las garantías de trazabilidad y control del origen de los alimentos, Sánchez exigió que sea la propia Administración autonómica, a través del Instituto Galego da Calidade Alimentaria (Ingacal), la que asuma esa labor para que no suponga "más carga burocrática" para las explotaciones agrarias.
"Falta de conocimiento"
Asimismo Eirexas, de Adega, consideró que la luz verde dada por la Cámara a incentivar la investigación en biotecnología e ingeniería genética "invalida" y es "contraria al espíritu del acuerdo". En este sentido cuestionó el "nivel intelectual" de los diputados a los que acusó de "falta de conocimiento" sobre los organismos transgénicos.
A su juicio, los parlamentarios "mezclaron" los conceptos 'selección natural' y 'genética', aquellas realizadas por la propia Naturaleza o el hombre desde siempre para mejorar razas de perros, vacas o especies de maíz, como explicó, con la manipulación genética. Según matizó, esta última es la empleada para lograr que un cultivo sea más resistente a determinada plaga o tenga un determinado color o sabor.
"Son organismos Frankenstein, creados en laboratorio", reiteró. En su opinión, las investigaciones centradas en obtener alimentos alterados genéticamente elevan el "riesgo" de que las producciones agroalimentarias "dependan de cuatro transnacionales de la biotecnología". Según apuntó, la labor de la Administración debería centrarse en "informar y formar" a los ciudadanos en este sentido.
Por su parte, Sánchez (SLG) atribuyó el acuerdo adoptado ayer al interés de que la sociedad esté "desinformada" sobre los transgénicos y a mantener la "falta de control" sobre la alimentación humana y animal. Así exigió "garantías" a fin de que todas las explotaciones agroganaderas de Galicia puedan adquirir forraje "libre de transgénicos".
La portavoz de Amigos da Terra demandó, además, que se desarrolle una normativa de protección de los cultivos ecológicos y tradicionales, así como que los establecimientos y organismos dependientes de la Administración gallega "sean un ejemplo en el no consumo de transgénicos", una cuestión en la que, a su juicio, varios municipios de la comunidad demostraron su "valentía", al declararse zona libre.
Transgénicos en Galicia
El portavoz de Adega aseguró que desde hace tres años varias multinacionales realizan ensayos agronómicos con cultivos transgénicos en "una decena de localidades gallegas" y, en concreto, de distintas variedades de maíz para estudiar "su comportamiento en campo".
En su opinión, una simple prueba en parcelas de media hectárea es "un riesgo" dado que, como recordó, el polen viaja por vía aérea y puede "contaminar" las variedades autóctonas y suponer la pérdida de biodiversidad en la comunidad. Además denunció que estas plantaciones están situadas a "sólo 200 metros de cultivos tradicionales".
Eirexas aseguró que algunas de esas experiencias piloto se localizan en las comarcas de Val do Dubra (A Coruña) u O Ribeiro (Ourense), así como en municipios como Arteixo. También recordó que estos cultivos no están prohibidos, sino que aparecen registrados en la página web del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM).
"España, con 70.000 hectáreas, es el Estado de la Unión Europea que más superficie dedica a los transgénicos", señaló para apuntar que, de momento, esos cereales sólo están autorizados como alimentación para el ganado. "Podemos suponer que ya hay cultivos transgénicos en Galicia por eso", insistió para condenar su coexistencia al lado de los ecológicos o tradicionales.
Asimismo también recordó que todos los ciudadanos europeos consumen alimentos transgénicos sin saberlo dado que la legislación comunitaria permite que no se indique su presencia en los envases si no superan una proporción del 0,9 por ciento.