El Salvador: es urgente promover la soberanía alimentaria
El Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA), considera que es de necesidad urgente que el Estado cree una política de soberanía alimentaria, la cual promovería la producción agrícola para abastecer al país con la alimentación básica y, proponen hacerlo a través de la agricultura agroecológica y la implantación de una “verdadera reforma agraria”
El CESTA afirma que una política de soberanía alimentaria debe tener control de la ayuda alimentaria que se recibe, tomar en cuenta los efectos colaterales (que los alimentos no estén contaminados), garantizar una repartición justa de las tierras e incentivar la producción agrícola, controlar a las empresas productoras de alimentos, y promover la investigación a la alimentación.
Walter Gómez dice que si bien es cierto que en El Salvador ya hubo reforma agraria, es necesario que esta se focalice y se de un mayor apoyo a los productores nacionales: “no hay apoyo con créditos para el agricultor, por lo tanto, terminan dedicándose a otro oficio”.
Asimismo, ven con mucha preocupación los efectos nocivos de los productos transgénicos, los cuales, no solo vulneran la producción nacional, sino, también, originan resistencia a los medicamentos, lo que provoca larga duración de las enfermedades y gastos de mayor magnitud para el Estado.
“Vemos con mucha preocupación que desde el Ejecutivo no hay claridad en la formulación de una política de seguridad alimentaria, mucho menos una de soberanía alimentaria, hemos hechos investigaciones y concluimos que estamos en una situación grave”, explicó Gómez.
Según datos de la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en El Salvador, el 24% de los niños menores de cinco años sufren de un grado significativo de desnutrición. El CESTA afirma que este dato, llega hasta el 44%, según sus propias investigaciones.
“En el campo, el gobierno se ha limitado a dar una bolsa de semillas y de fertilizantes, la cual no ayuda a cubrir todas las necesidades, una familia con cinco miembros por ejemplo, necesita por lo menos 27 quintales de maíz y 6 de frijol, muchas veces esto no se puede lograr por las condiciones climáticas actuales”, manifestó Gómez.
La FAO ha publicado en su página web que, cerca de mil millones de personas en el mundo sufren de hambre crónica, y a su vez manifiesta que, no llegarán a la meta propuesta para 2015, la cual busca descender los niveles al 10% de hambrientos en el mundo.