El Movimiento Sin Tierra apunta contra latifundios y transgénicos
Tras el congreso realizado en Brasilia, los nuevos planteos del Movimiento de Campesinos sin Tierra
"¡Guerra total contra el latifundio!" es el nuevo grito de guerra del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, que el viernes pasado decidió en Brasilia las líneas políticas que guiarán su estrategia hacia el futuro. El grupo de campesinos también prometió batallar contra los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los cultivos transgénicos.
El programa del MST incluye diez líneas políticas, que fueron adoptadas por aclamación por los cerca de 11.000 militantes que se desplazaron a Brasilia desde todos los rincones del vecino país, para participar en el IV Congreso del movimiento.
La proclama final del encuentro, que duró toda la semana, también hacen hincapié en la necesidad de unión con otros movimientos sociales para luchar conjuntamente por un nuevo proyecto político, económico y social para Brasil.
Uno de los líderes nacionales del movimiento, Jaime Amorín, habló de revolución para cambiar las cosas en Brasil, donde -recordó- más del 51% de la población no ha superado la escuela primaria, y de estos el 32% procede del campo, de los que 19% son analfabetos.
'Revolución es transformar esta realidad perversa en una sociedad justa', apostilló otro de los coordinadores nacionales, Gilberto Portes, que añadió que no sólo el MST aboga por esa revolución sino millones de personas en el país.
El MST tiene la vista volcada ahora en la conquista del poder para la transformación de la sociedad tras 500 años de opresión. 'Claro que queremos tomar el poder, forma parte de la lucha del pueblo', aseguró a sus huestes Amorín.
'Queremos el poder para el pueblo, para poder distribuir la riqueza' dijo Amorín. Y añadió que por eso continuará la lucha contra el latifundio 'arcaico y atrasado debe ser ostensible, ofensiva y permanente'.
Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el 1% de la población brasileña controla el 46% de la tierra y más de la mitad del suelo no está cultivado.
El MST anunció que también proseguirán las 'luchas masivas' en pro de la reforma agraria, la guerra a los alimentos transgénicos y la colaboración de los sectores marginados del campo y las ciudades.
En los últimos meses la imagen del movimiento se ha visto mancillada por la política de ocupaciones de edificios públicos e incluso secuestro de funcionarios, que acabó con la amenaza del Gobierno de sacar el Ejército a la calle para reprimir las manifestaciones.
RuralNet, Internet, 14/08/2000