Ecuador: petróleo, indígenas y medio ambiente: prospera demanda contra Chevron Texaco

Por ADITAL

La Corte Superior de Justicia de la septentrional ciudad de Nueva Loja, fronteriza con Colombia, aceptó el 14 de mayo una demanda contra la transnacional estadounidense Texaco, derivada una semana antes por la justicia de EEUU

18.junio/2003 - El proceso se había entablado hace casi una década por representantes de 30,000 indígenas y campesinos de las nororientales provincias de Sucumbíos y Orellana afectados por la extracción petrolera.

El juicio a ChevronTexaco pasó de tribunales estadounidenses a Ecuador a raíz de que el año pasado la Corte de Apelaciones para el Segundo Circuito de Nueva York se declarara fuera de competencia para el caso, explicó el abogado de los demandantes, Alberto Wray.

"Esa es la herramienta por la cual podemos demandar a la empresa en el país [Ecuador]. Antes no era posible porque [Chevron]Texaco no tiene domicilio local", agregó.

Según los demandantes, entre 1964 y 1992, Texaco ?que en el 2000 se fusionó con Chevron para convertirse en la cuarta empresa petrolera más grande del mundo? derramó 16 millones de galones de petróleo crudo y 20,000 millones de galones de agua contaminada. Las comunidades locales que denunciaron crecientes índices de cáncer, abortos espontáneos e infecciones respiratorias, están demandado una compensación de US$1.5 mil millones por los daños causados a la salud de la población y al medio ambiente (NA, Ene. 17, 2000).

Luis Yanza, dirigente del Frente de Defensa de la Amazonía, que representa a los pueblos sionas, secoyas, cofanes y huaoranis, señaló que la denuncia contra la firma estadounidense es una buena oportunidad para que los jueces ecuatorianos demuestren que en un país pequeño también se puede administrar justicia, "aun cuando al frente se encuentra un monstruo económico como [Chevron]Texaco".

El tribunal ecuatoriano acogió la querella "por ser clara, completa y reunir los requisitos" que requiere la ley y solicitó a la Cancillería que tramite la comparecencia del presidente ejecutivo de ChevronTexaco, David O?Reilly, quien reside en EEUU.

"La petrolera tiene la obligación de acogerse a la jurisdicción de los juzgados ecuatorianos, porque así lo dictaminó la Corte de Apelaciones de EEUU", comentó Paola Delgado, integrante del equipo legal de los querellantes.

"La demanda en contra de ChevronTexaco es de importancia nacional y por eso presionaremos a la petrolera para que asuma la posibilidad de reparar el daño que causó por utilizar tecnología obsoleta", apuntó, por su parte, Esperanza Martínez, de Acción Ecológica, una de las organizaciones sociales demandantes.

Wray también aseguró que, antes que la compensación económica, "lo que importa es la remediación (limpieza) ambiental de todas las fuentes de contaminación que matan a la población".

La empresa no negó la contaminación, pero en su alegato argumentó que no intervino directamente sino que el asunto fue responsabilidad de Texaco Petroleum Company, cuando todavía no se había fusionado con Chevron. Además, ChevronTexaco, con sede central en California, insistió en que cumplió con todas las obligaciones que establece la ley ecuatoriana al pagar las tareas de limpieza que concluyeron en 1998.

Las organizaciones indígenas y campesinas de la Amazonía presentaron el 3 de noviembre de 1993 la primera demanda ante un tribunal de Nueva York. El 4 de mayo de 1995, Texaco y el gobierno ecuatoriano llegaron a un acuerdo por casi US$15 millones para ejecutar "trabajos de reparación medioambiental y liberación de obligaciones, responsabilidades y demandas".

Sin embargo, organizaciones ambientalistas, como Acción Ecológica y los propios afectados, denunciaron que el trabajo de descontaminación había sido insuficiente y los problemas continuaban. Toribio Aguinda, delegado de la nacionalidad cofán, comentó que aún se observan decenas de estanques donde la empresa enterró el crudo que ahora fluye en fincas y comunidades de la región (NA, Mar. 15, 1999).

También indicó que la compañía abrió vertederos de desechos de hidrocarburos a pocos metros de sus viviendas, provocando enfermedad y muerte de cientos de personas y de animales en las últimas tres décadas.

El portavoz de la empresa, Chris Gidez, señaló que "no hemos visto la [nueva] demanda, por lo que no podemos comentarla. De todos modos, creemos que las declaraciones de los abogados demandantes son atroces e irresponsables y carecen de base. Desde que iniciaron sus acciones legales hace un decenio, los querellantes no presentaron ninguna evidencia creíble e independientemente sustanciada para respaldar sus alegatos".

La empresa también afronta fuertes críticas por la actividad de su filial local, CGC-ChevronTexaco, de parte de la etnia quichua de Sarayaku, de la oriental provincia de Pastaza, en la Amazonía central (NA, Mar. 26, 2003).

El Consejo de Gobierno del Pueblo Quichua de Sarayaku y las comunidades de esa zona habían firmado en noviembre un documento ante las autoridades de Ecuador, en el que declaraban no aceptar que esa empresa explotara pozos de petróleo en su territorio.

Sin embargo, los obreros de CGC-ChevronTexaco ingresaron en enero a territorio indígena e instalaron varios campamentos y a fines de abril aparecieron grupos armados que invocan a la firma para presionar a dirigentes quichuas, según consta en la denuncia.

"Pedimos que se respete nuestra voluntad, de acuerdo a la Constitución del país", manifestó el dirigente quichua Franco Viteri.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ordenó el 5 de mayo al gobierno ecuatoriano tomar todas las medidas necesarias para proteger la vida y la integridad de la comunidad de Sarayaku.

Inter Press Service y otras fuentes noticiosas

ADITAL, Internet, 18-6-03

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