Ecuador: Soberanía Alimentaria sigue en debate dentro de Asamblea Nacional Constituyente

Idioma Español
País Ecuador

La propuesta determina prevalecer la producción de alimentos para los seres humanos sobre los biocombustibles

Ayer, el primer debate que realiza el Pleno de la Asamblea Constituyente, del articulado de Soberanía Alimentaria, fue diferido para hoy, restando por intervenir alrededor de 30 asambleístas. Pedro de la Cruz, presidente de la Mesa 6 de Trabajo, Producción, Igualdad e Inclusión Social, definió a la soberanía alimentaria, como el derecho que tienen los pueblos, comunidades y países, a establecer con plena autodeterminación, una política sustentable, intercultural, solidaria y justa, en cuanto a la agricultura, pesca y alimentación sin dumping en otras regiones y sin daño para las generaciones futuras, que garantice el acceso permanente a una alimentación adecuada a toda la población.

La propuesta consta de 5 artículos (el número 2 con 13 numerales), y empieza precisamente reconociendo y garantizando el derecho de las personas y los pueblos, a la Soberanía Alimentaria, entendido como un derecho inherente al derecho a la vida, promueve la corresponsabilidad del Estado, en la definición de políticas orientadas a garantizar la alimentación sana, ecológica y culturalmente apropiada y diversa al pueblo ecuatoriano.

Mientras tanto los 13 numerales del artículo 2, determinan que el Estado, debe normar políticas que defiendan y reactiven la pequeña y mediana agricultura, así como otras actividades como la pesca y unidades de producción de economías solidarias.
Busca blindar la producción agro alimentaria y pesquera, de la competencia desleal y el dumping que realizan las empresas transnacionales agroalimentarias.
Garantiza la accesibilidad de los campesinos a la tierra, como elemento fundamental para consecución de la soberanía alimentaria, ante la mala distribución de este recurso según el censo agropecuario.

Promueve la producción sostenible nacional, orientada principalmente a la alimentación del pueblo ecuatoriano, frente a la ampliación del monocultivo que afecta a la ecología y el medio ambiente.

Alienta la producción de alimentos sanos, ecológica y culturalmente apropiada y en condiciones que no afecten a la naturaleza y la biodiversidad.
Procura proteger la salud de la población, mediante el acceso a alimentos inocuos, además de garantizar el derecho de precaución frente a los organismos genéticamente modificados, que con la revolución verde, se usó y abusó de los agros tóxicos.
Asegura la protección, impulso y mantenimiento de los conocimientos ancestrales evitando su patentamiento.

Fortalece la producción destinada a la agroalimentación, por sobre la destinada a la producción de biocombustibles. Para proteger la producción de alimentos para los seres humanos y no para los autos.

Plantea fomentar medidas que promueven las capacidades de los productores, a fin mejorar la tecnología que sean amigable con la madre tierra y la Pacha Mama.

Demanda establecer una red de actores sociales y estatales que garanticen el acceso, el almacenamiento, la distribución e intercambio en un mercado justo, equitativo, complementario y solidario.

Busca facilitar créditos preferenciales para los pequeños y medianos productores y fortalecer la producción local y nacional y que los recursos del petróleo sean redistribuidos, pues el futuro del país es agrícola.

El último numeral del artículo 2, demanda garantizar y reconocer el papel productivo de la mujer del campo, que cada vez se está feminizando más y las mujeres han sido las que mantienen la cultura, las semillas y la agricultura familiar.

El artículo 3, busca crear la institucionalidad rectora (Consejo Nacional de Soberanía Alimentaria), que garantice la efectividad del derecho a la Soberanía Alimentaria y asegura la participación de los diferentes actores e instituciones involucrados, para generar estrategias y políticas.

El artículo 4 en cambio, busca democratizar y evitar el monopolio en la tenencia de la tierra y el agua, como elementos fundamentales para la soberanía alimentaria, así como para el acceso a los medios necesarios para su aprovechamiento eficiente, con un manejo sustentable de la biodiversidad. También establece que el aprovechamiento del agua, priorizará al consumo humano y que satisfaga las necesidades básicas, la producción de alimentos bajo los principios de sostenibilidad ambiental, se podrá utilizarla como insumo para la producción de energía, su uso debe respetar los ciclos reproductivos de la naturaleza.

En el artículo 5, se determina la creación del Fondo Nacional de Tierras, que facilite el acceso a la tierra a los campesinos, a los pequeños y medianos productores, para redistribuir la riqueza, puesto que el campesino y los indígenas, no tienen las formas para acceder y recuperar las tierras y latifundios abandonados que sus propietarios únicamente esperan la elevación de la plusvalía.

El asambleísta Pedro de la Cruz, al iniciar el debate y defender la propuesta de la Mesa 6 que preside, expuso que la soberanía alimentaria, es la necesidad de mirar de otra forma a la agricultura, de entender que ésta es una actividad milenaria que ha sobrevivido diversos modos de producción y que está ligada a la vida, a la cultura, a la identidad de las comunidades y de los pueblos que se dedican a ella.

“La actual crisis mundial, alrededor de los precios de los alimentos, ha permitido visibilizar la importancia de la pequeña y mediana agricultura, como fuente primordial para asegurar la alimentación, que es base de la vida”, recalcó, añadiendo que la emergente tendencia a la producción de agro combustibles, el aumento del consumo de alimentos en países como China y la India, han provocado que los precios de los denominados commodities, que incluyen trigo, arroz, soya, maíz, entre otros productos, indispensables para la humanidad, se elevan notablemente.

Planteó que es indispensable colocar en el centro de las políticas públicas nacionales e internacionales, los temas relacionados con la seguridad y la soberanía alimentaria. El concepto de seguridad alimentaria, según la cumbre de la FAO, en Roma en 1966, puntualiza que la alimentación, debe estar siempre disponible, el acceso a ella debe estar asegurado para cada individuo y tiene que ser suficientemente nutritivo.

“Aunque esta definición reconoce el derecho a la alimentación, no dice nada sobre el origen local, nacional o internacional de los alimentos, ni sobre la mayor o menor dependencia del mercado para acceder a ellos”, subrayó.

La soberanía alimentaria, además, se encuentra ligada a la población urbana que depende de las agriculturas para su alimentación, para su salud integral y para mantener sus identidades estrechamente ligadas a la alimentación, agregó De la Cruz.

El asambleísta Rafael Esteves (independiente), negó que la propuesta de la Mesa 6, sea demagógica o electorera y aclaró que el término ‘soberanía alimentaria’, no es un invento de la comisión proponente. Reiteró que de soberanía alimentaria, se viene hablando desde 1996, en la conocida reunión en Roma organizada por la FAO y determina el derecho de cada pueblo, a tener sus propias políticas agrarias y alimentarias.

Martha Roldós de la RED, presentó un video en el cual se apreció la funesta acción de las corporaciones agropecuarias, que fue aplaudido. Seguidamente planteó que nadie se opone a la comercialización de productos en el exterior, sin embargo, hizo un llamado para que primero aseguremos la alimentación de los ecuatorianos y fue más allá: “No debemos producir primero lo que se van a comer los demás y dejar los huesos para nosotros”.

Alertó sobre el consumo de alimentos transgénicos que son importados por las grandes corporaciones, demandó la prohibición del ingreso de semillas transgénicas y recalcó en la necesidad de alentar y promover la agricultura orgánica.

Hoy, a partir de las 15h00, continuará la sesión de ayer y consecuentemente, el primer debate de Soberanía Alimentaria.
Sala de Prensa José Peralta
Ecuador Inmediato, Ecuador, 4-6-08

Comentarios

24/08/2008
otra vez, por el man
jajajaja
15/08/2008
ola, por el man
vale bueno