EE.UU. indigna al planeta


Prensa



El Mundo, España, 5-9-02
http://www.elmundo.es/2002/09/05/opinion/1221998.html



EE.UU. indigna al planeta

La Cumbre de la Tierra no ha podido tener un final más gráfico para describir su frustrante desenlace que el abucheo con que fue despedido Colin Powell. Es posible que el presidente Bush acertara al no asistir a la reunión de Johanesburgo: la recalcitrante actitud que ha mantenido su país, negándose a comprometerse con fechas y cifras en el cumplimiento de ningún acuerdo, tenía que ser merecedora necesariamente de la reprobación general. Una reprimenda que al menos Bush se ha evitado sufrir en persona.

Concluida la cita de la ONU, parece fácil hacer un balance pesimista. Ninguna de las expectativas con las que se partía ha sido colmada. Los estados no han sido capaces de articular medidas concretas para solucionar los males urgentes que la creciente actividad económica provoca al planeta y a quienes lo habitan. El Plan de Acción, la herramienta principal de la Cumbre, ha resultado una descafeinada declaración de buenas intenciones sin plazos ni inversiones en la mayoría de los frentes principales: agua, energía, salud, biodiversidad, comercio.

Mientras la Cumbre de Río se centró en la protección de la naturaleza, Johanesburgo ha puesto en relación esa preocupación con el resto de males que aquejan a la humanidad. El concepto de «desarrollo sostenible» puede ser intelectualmente apropiado para entender las necesidades del planeta, pero por la complejidad de su enfoque es una cuestión de imposible negociación entre actores tan dispares.Desde la lucha contra el sida hasta el agotamiento de los bancos de pesca, pasando por el acceso al agua y la apertura del comercio mundial, los temas de debate han sido tantos que, finalmente, se han sustanciado en nada. En ese sentido, dada la magnitud de los objetivos y la escasez de los resultados, la cumbre ha sido un fracaso.

Pero hay motivos para la esperanza. Ha habido avances parciales y una amplificación de las reivindicaciones ecologistas. La UE ha adoptado una posición de responsabilidad y ha liderado un intento fallido por aumentar las energías renovables a un 15% en 10 años. Cifras concretas de las que EEUU y la OPEP no han querido ni hablar. Además, Rusia, Canadá y China se suman al Protocolo de Kioto, que entrará en vigor sin EEUU. El fiasco de Johanesburgo ha mostrado que algunos estados desean avanzar en la buena dirección, aunque EEUU insista en convertirse en el gran villano ecológico internacional.

Volver al principio
Principal- Enlaces- Documentos- Campañas-- Eventos- Noticias- Prensa- Chat

Comentarios