Doha: posición brasilera es criticada
Después de casi dos semanas de negociaciones, la Rueda de Doha, en el ámbito de las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio, fracasó en el intento de ampliar la liberalización del comercio mundial. La incompatibilidad de los intereses de los diversos países es señalada como la principal causa del fracaso. La reunión, que comenzó el 21 de julio, termina oficialmente mañana (31)
El director general de la OMC, Pascal Lamy, sugirió que los negociadores busquen al menos cierto grado de conciliación por medio de la adopción de salvaguardas a nivel interno. Según Lamy, el acuerdo habría representado una economía de U$S 130.000 millones en tarifas hasta el fin del período de su implementación.
Lo que restaba eran sólo las acusaciones de quién tenía la culpa del fracaso de la rueda de negociaciones. Estados Unidos criticó a China por la decisión de protegerse de la importación de arroz, azúcar y algodón, tres productos en los que Estados Unidos quiere tener acceso en ese mercado. Estados Unidos llegó hasta amenazar con que no cortarían los subsidios agrícolas en la cantidad anunciada, que era de U$S 15.000 millones anuales. India también fue señalada como uno de los países que más dificultaron las negociaciones.
Brasil demoró en aceptar el corte propuesto por los estadounidenses. El Ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, llegó a denominarlo como poco ambicioso, sin embargo, en los últimos días de negociación, el país cambió de idea y terminó siendo criticado por otros, entre ellos, por Argentina, China e India, componentes del G-20. Brasil estuvo a favor de la propuesta que prevé el corte de tarifas y subsidios en los países ricos, pero que impone la reducción de medidas proteccionistas en los países emergentes.
El Parlamento del Mercosur (Parlasur) aprobó, este lunes (28), una declaración en contra de la posición brasilera. El Parlasur tenía esperanzas de que la declaración, aprobada por unanimidad, influenciara las negociaciones. El documento fue enviado a las Cancillerías de los países del Mercosur.
En el documento, los parlamentarios daban su apoyo a la unidad del Mercosur y del G-20 en las negociaciones. Ellos manifestaron su entender en el sentido de que esta Rueda debería haber terminado con una apertura de los mercados agrícolas de las naciones industrializadas y expresaron la convicción de que el Mercosur y el G-20 podrían conciliar sus intereses diversos, pero convergentes, manteniendo su cohesión en las negociaciones de la OMC.
Traducción: Daniel Barrantes moc.liamg@leinad.setnarrab