Deforestación sin límites en Paraguay
Arrasan con los últimos árboles del Chaco Paraguayo
Los postes son extraídos de comunidades indígenas, en este caso de Campo Loa.
Después de un gran negociado con árboles tropicales, cada vez más comunidades indígenas son explotadas irracional e ilegalmente. El fin de semana la fiscalía se incautó de un camión de triple eje, con 350 postes de quebracho rojo, extraídos de Campo Loa, para la exportación a Uruguay.
Autoridades paraguayas incautaron un camión en la zona de cruce Toledo, en el kilómetro 480 de la ruta Transchaco, cargado con postes de quebracho rojo.
El permiso para el traslado de madera estaba vencida y los datos no coincidían con la carga. El chofer del camión admitió que los postes fueron extraídos de la comunidad Campo Loa para su traslado a la capital y exportación a Uruguay.
“Hacen una exportación legal a Uruguay, pero aquí compran la materia prima en forma irregular de los indígenas”, dijo el fiscal José Luis Brusquetti.
Según Brusquetti, la autorización de traslado es expedida y renovada en forma irregular en el Servicio Forestal Nacional, y como no existe ningún control, con un permiso para mil postes se puede trasladar cualquier cantidad de madera. “Es toda una red que se dedica al tráfico de la madera chaqueña, y la Secretaría del Ambiente debe intervenir”, advirtió Brusquetti.
La extracción de quebracho rojo de las comunidades indígenas es una nueva forma de deforestación, que funciona gracias a la complicidad de los mismos indígenas. Cobran apenas 35.000 guaraníes por día, para cortar y cargar la valiosa madera de sus propiedades a comerciantes inescrupulosos. Por ley, ninguna comunidad indígena puede comercializar productos forestales, dijo el representante del Ministerio Público.
La deforestación de la selva paraguaya se acentuó notablemente a partir del golpe de estado. Por estos días rige un vacío legal en materia de protección forestal que contribuye con la depredación de los bosques.
La expropiación ha sido facilitada al considerarse al territorio "inculto" e "inexplorado" por los propietarios.
Los terratenientes iniciaron a partir de 1989 de deforestación masiva y de delimitación de todos los latifundios considerados improductivos, para que puedan ser catalogados como "explotados racionalmente" y por lo tanto no factibles de expropiación.
Esta situación duplicó en menos de un año la deforestación promedio anual, contabilizándose hoy día un récord en el cual menos del 10 por ciento de la tierra total del país aún permanece con cobertura boscosa y proyectándose que el último resto de bosque subtropical estaría desapareciendo en el año 2010.
APM, Internet, 4-3-07