Cuestionan plantación transgénica


Prensa

El Universal, Venezuela, 3-11-00

Se encuentra en San Juan, Estado Mérida

Cuestionan plantación transgénica

LA MODIFICACION genética de lechosas, llevada a cabo por científicos de la ULA, es adversada por ambientalistas y pobladores de la región que amenazan con quemar el sembradío


Carmen Julia Dávila

Especial para El Universal
Mérida.- El desacato a la orden emanada del Ministerio del Ambiente en septiembre, donde se instaba a los investigadores del Centro de Ingeniería Genética de la Facultad de Ciencias de la Universidad de los Andes a la incineración de los primeros cultivos de lechosas transgénicas existentes en el país, ha generado gran polémica en esta región.

Para la investigación, más de 40 plantas de carica papaya, nombre científico con que se conoce a la lechosa, fueron sembradas en terrenos del Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Fonaiap) ubicados en la población de San Juan, Municipio Sucre, como parte de la III fase del proyecto de obtención, mediante transformación genética, de plantas de esta especie resistentes al virus de la enfermedad de la mancha anular, que incide de manera negativa en los sembradíos. La transgenización consiste en introducir en las plantas genes de otros organismos que le confieren propiedades novedosas.

El experimento se desarrolla oficialmente desde 1995, cuando el ex ministro del Ambiente Roberto Pérez Lecuna autorizó a la ULA para llevarlo a cabo.

Alertan sobre efectos
Los ambientalistas y la comunidad organizada del Municipio Sucre amenazan con destruir el próximo sábado la plantación de lechosas transgénicas, si los investigadores de la ULA no proceden a su incineración inmediata.



Gracián Rondón Dezeo, miembro del Frente Ambiental Andino de Mérida, denuncia el incumplimiento de la normativa establecida en el Protocolo de Cartagena y las normas de bioseguridad contempladas en la Ley de Diversidad Biológica sancionada el 24 de mayo.

El ambientalista asegura que el experimento no cumple con las condiciones mínimas de seguridad, pues la plantación no se encuentra en un lugar cerrado, no posee medidores del flujo del transgen y no cuenta con equipos para descontaminar al personal que labora dentro de las instalaciones del Fonaiap, necesarios para prevenir cualquier riesgo o consecuencia que pueda traer la manipulación de organismos modificados genéticamente. Rondón afirma que el consumo de lechosa transgénica o la inhalación del polen de las flores de estas plantas puede llegar a producir efectos devastadores sobre el organismo humano, entre los que menciona baja de las defensas, producto de la modificación de la flora bacteriana, alergias, úlceras gástricas, cirrosis hepática, infertilidad, entre otras afecciones.

Señala que a su consulta (es médico) al indagar acerca del tipo de alimentación que llevan los enfermos y de acuerdo a las experiencias en otros países como Inglaterra, donde se prohibió la venta de productos transgénicos, Rondón ha relacionado el consumo del maíz y la soya transgénicos importados, contenidos en productos de consumo masivo, como los causantes de las mencionadas enfermedades.

Los ambientalistas y los vecinos de San Juan piden al Gobierno un mayor control sobre nuevos experimentos transgénicos que se estarían efectuando en otros estados del país.

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