Crecen las críticas contra el TLC en Perú
Es casi inminente la aprobación de tratado comercial por parte de los legisladores estadounidenses. Sectores peruanos advierten sobre sus consecuencias negativas
Luego de las negociaciones entre el gobierno de George W. Bush y el Congreso estadounidense sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Perú, se suman nuevas advertencias sobre los efectos negativos para el país sudamericano con este acuerdo comercial.
José De Echave, economista de la Organización No Gubernamental CooperAcción, sostuvo que el TLC someterá la soberanía peruana a un tribunal arbitral internacional, como el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), que normalmente falla a favor de las transnacionales, salteando la instancia judicial del país donde invierten.
Agregó que el Estado peruano no podrá demandar a las empresas extranjeras ni podrá apelar los arbitrajes adversos, pero las transnacionales sí podrán demandarlo internacionalmente, si estiman que una medida dictada por el Estado peruano puede afectar sus expectativas futuras de ganancias, como por ejemplo fijar límites máximos de contaminación ambiental.
El Estado está inmovilizado ante las empresas extranjeras y éstas son “casi intocables”, evaluó De Echave.
El economista de CooperAcción añadió que las empresas transnacionales no están obligadas a contratar a personal local o a comprar a proveedores peruanos y el Estado no les puede ordenar tales exigencias.
Consta un antecedente en el que un municipio mexicano pretendió denegar la autorización para que una empresa minera instale un depósito de residuos tóxicos y el fallo condenó al Estado mexicano a indemnizar a la minera.
Por su parte, el economista Pedro Francke señaló que el TLC no contempla el problema de los subsidios agrícolas. Ya que el tratado comercial no limita los millonarios subsidios que Estados Unidos otorga a su agricultura y, a la vez, no permite a Perú protecciones arancelarias a sus productos, provocando una competencia desleal. En vez de aprobar el acuerdo comercial, Francke considera más conveniente la ampliación del APTDEA (exportación de productos a precios preferenciales que concede Estados Unidos a países andinos por la lucha contra el narcotráfico).
Por otro lado, Ollanta Humala, líder del Partido Nacionalista Peruano (PNP), advirtió que la nación se está aislando regionalmente, confirmó que continuará la lucha contra el TLC y que enviará una misión a Washington para exponer su posición sobre el tema, a fin de poder beneficiar a Perú.
El legislador del PNP Isaac Meckler expresó: “No entiendo qué estamos festejando, porque ni siquiera conocemos el borrador del acuerdo entre demócratas y republicanos (difundido en The Washington Post el 10 de mayo)”. Agregó que “lo menos que se puede hacer es esperar para conocerlo en detalle”. Concluyó con una ironía: “Es como si compráramos el traje de novia, sin todavía tener novio”.
Cabe recordar que el Acuerdo de Promoción Comercial (APC) –su nombre oficial– entre Estados Unidos y Perú debe ser ratificado aún por el Congreso de Estados Unidos.
Hace pocos días, el número dos de la Secretaría de Estado del país del norte, John Negroponte abordó con el presidente de Perú, Alan García, la ratificación del TLC y la llamada “lucha contra las drogas”.
La administración García efectuará enmiendas en el TLC en asuntos laborales, de defensa del medio ambiente y de protección de la propiedad intelectual para atender las demandas solicitadas previamente por la mayoría demócrata en Washington y facilitar la aprobación legislativa en el Congreso del país del norte.
En ese marco, la ministra de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Mercedes Aráoz, informó que Washington enviará esta semana a Lima el proyecto de enmiendas legislativas en dichos asuntos, para su inclusión en un texto anexo al TLC entre Estados Unidos y Perú.
A su vez, el Ministerio de Comercio Exterior peruano enviará a Washington un equipo negociador para que colabore en la elaboración de las enmiendas con la Oficina de Comercio Exterior estadounidense (USTR).
Las enmiendas laborales están referidas al derecho a la sindicalización, derecho a la negociación colectiva, prohibición de trabajo esclavo y del trabajo infantil y contra la discriminación laboral. En consonancia con la Declaración de Principios y Derechos Fundamentales del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Se prevé que el Congreso de Estados Unidos ratifique las enmiendas introducidas por la mayoría demócrata en los TLC que el país del norte ya pactó con Colombia, Perú y Panamá.
El TLC entre Estados Unidos y Perú se suscribió y se ratificó por el Congreso de Perú el año pasado, en los últimos meses de mandato del presidente Alejandro Toledo.
Negroponte realizó la semana pasada junto al subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Thomas Shannon, una gira que lo llevó por Colombia, Ecuador, Perú y Panamá para negociar acuerdos económicos, políticas antidrogas y cuestiones militares. El único de esos cuatro países que se opone al TLC es Ecuador.
La presencia de ambos altos funcionarios estadounidenses en Perú fue rechazada por movimientos sociales ante los engaños del TLC. Según manifiestan, es una pérdida de la soberanía, una “recolonización”, además de un perjuicio hacia los agricultores y los pequeños productores del país sudamericano.
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