Costa Rica: inmobiliarias 'desangran' la montaña
En algunos casos, la cantidad de terreno removido es abrumadora
Corta de árboles, remoción de gran cantidad de terreno para establecer terrazas en la montaña, así como el uso de maquinaria para abrir o ampliar caminos, son los principales daños ambientales que han causado empresas inmobiliarias en la cadena de montañas conocida como la Fila Costera.
Se trata de un territorio de unos 45 kilómetros de extensión y que, hasta ahora, ha albergado al Corredor Biológico Paso de Danta, entre las regiones del Pacífico Central y Sur del país.
Jorge Lobo, biólogo de la Universidad de Costa Rica explicó que 'el problema se localiza en las montañas ubicadas desde Quepos a Palmar Norte y también en la zona importantísima entre Dominical y el norte de Puerto Cortés. Se da en el litoral costero pero es especialmente peor en las montañas, porque no está a la vista'.
Lobo, quien forma parte del Programa Institucional Osa-Golfo Dulce de la UCR, detalló que 'no se trata de la construcción de hoteles, sino de lo que podríamos denominar urbanizaciones turísticas: construcciones de lujo ofrecidas a extranjeros ubicadas a no más de 10 o 15 minutos de la playa y muy atractivas por el paisaje que ofrecen'.
El biólogo, quien tiene conocimiento de primera mano pues ha visitado personalmente los diferentes sitios en destrucción, ha identificado la presencia en la zona de empresas constructoras y de bienes raíces como Axxis Realty (www.axxisrealty.com), Pacific Land Company (www.pacificlandcompany.net), Horizon Properties (www.crhorizons.com), Coldwell Banker (www.cbvesta.com) y su firma local Vesta Group Dominical, y Costa Azul Lots, entre otras.
Emaid Savage, Gerente de Vesta Group Dominical, manifestó a UNIVERSIDAD que a su firma de bienes raíces le preocupa mucho el tema de los daños
ambientales, pues manifestó que 'nuestro negocio es exitoso precisamente por la riqueza natural'.
También destacó que algunos norteamericanos en la zona han hecho un buen trabajo de conservación, al comprar terrenos que eran potreros abandonados y reforestarlos.
Aunque no fue capaz de nombrar proyectos específicos, Savage sí reconoció que algunos desarrollistas han incurrido en acciones 'no apropiadas en algunos casos en que el desarrollo inmobiliario no se ha dado en la manera como debería', al mismo tiempo añadió que 'a nosotros nos preocupa el daño ocasionado por los proyectos no sostenibles, sobre todo por su impacto a largo plazo'.
Al ser consultada sobre el precio actual de la tierra, Savage declinó brindar la información pues explicó que varía de acuerdo con muchas variables, 'entre las más importantes la cercanía de la playa, la vista y la cantidad de terreno que se desee comprar'
La empresa Punta Dominical S.A., ( www.puntadominical.com) en su sitio Web, sostiene que trabaja con 'algunos grupos ambientalistas muy respetados y planea mantener el 80% de su territorio como selva tropical y hábitat natural'. Señala además que a través de su fundación Una Mano Amiga, una porción de cada venta de terreno es donada a la iniciativa conservacionista Campaña Osa.
En la Campaña Osa es financiada entre otras organizaciones por la Cámara de Comercio Costa Rica Estados Unidos (AMCHAM) y la organización no gubernamental Nature Conservancy, cuyas actividades en Costa Rica fueron ya divulgadas por UNIVERSIDAD (Edición No. 1656 del 2 de marzo del 2006).
Cultura del negocio
Carlos Rodríguez, de la oficina del MINAE en Chacarita, del Area de Conservación Osa (ACOSA), manifestó que esa instancia interpuso 14 denuncias por abusos de este tipo de proyectos durante el 2006.
Rodríguez resumió el origen del problema en que 'los propietarios locales venden a costarricenses adinerados o a extranjeros, quienes hacen la inversión de traer maquinaria para abrir trocha en el bosque primario. Se trata de sitios con vista generalmente hacia el mar, en particular al Parque Nacional Marino Ballena. Han metido tractores en la montaña y han cortado árboles sin autorización del MINAE, única institución que la puede otorgar'.
El funcionario no dudó en señalar que 'se trata de la cultura del negocio, en la que han encontrado que es mejor pedir perdón, pagar una indemnización en los tribunales, que pedir permiso, hacer los trámites como es debido'.
'Durante el año pasado, tres veces coordinamos con la fiscalía de Osa el decomiso de maquinaria. Despedazan el bosque primario y secundario y propiedades que compran en un margen entre los ¢50 y ¢70 millones, son vendidas en mínimo $2 millones (¢1.034.000.000 a ¢517 por dólar)', especificó.
De acuerdo con Rodríguez, más del 95% de los dueños de los terrenos son extranjeros, en su mayoría estadounidenses. Las casas lujosas que construyen son vendidas hasta en $1 millón (¢517.000.000 a ¢517 por dólar) y el metro cuadrado de terreno ha alcanzado los $400 (¢206.800).
'El daño es muchísimo. Si uno sobrevuela la zona parece que la montaña se desangra, ya que el suelo es rojo por ser rico en hierro. Aún es posible detener este flagelo, pero se requiere la presencia de más personal del MINAE en la zona y que la gente tome conciencia', enfatizó.
El funcionario también denunció que 'hay dos casos en que el alcalde saliente de Osa, Gabriel Villachica, otorgó permisos para construcción, incluido el abrir trocha'.
Rodríguez sentenció que la zona enfrenta lo que llamó un 'boom de las bienes raíces', pues considera que esta actividad inmobiliaria 'se ha convertido en una moda desde Dominical hasta Palmar Norte, ahora luchamos porque no llegue más al sur, a la zona entre Palmar y Río Claro, en lo que se conoce como la Fila de Cal. También hay una tendencia a meterse en la Península de Osa. Los terrenos se cotizan y venden por las vistas, aunque no tengan agua, luz o teléfono'.
Como recuento de los daños, Rodríguez apuntó que 'la Fila Costeña aloja al corredor Biológico Paso de la Danta, pero ya no queda corredor, sólo bosques aislados en parquecitos'.
¿Y los documentos?
Una caso destacable y reciente es el de las empresas Ventanas de Osa S.A. y Shark Bay Dos Mil S.A., cuyas propiedades se encuentran en Punta Ventanas, en el distrito de Bahía Ballena, Osa.
Rodríguez participó en la inspección del lugar donde 'encontramos un problema de corta de árboles. Utilizaron el sistema de anilleo, o corta de corteza, y el envenenamiento de las raíces, lo cual hace parecer que los árboles caen por razones naturales y produce un efecto dominó cuándo estos derriban otros árboles al caer. Con esta práctica también afectaron los 150 metros de Zona Marítimo Terrestre (ZMT). Ante esta situación, buscamos los documentos de la concesión de este terreno en la Municipalidad de Osa, pero no se encontraba en los archivos'.
Ambas empresas son representadas legalmente por James Donald Lynskey, cédula número 184000166313.
Una denuncia formal presentada en mayo pasado por el también funcionario del MINAE en ACOSA Rigoberto Vargas ante la Fiscalía de Osa, señala que fueron cortados árboles en la ZMT, que 'se hizo cambio de uso de suelo, socolando y sembrando pasto, en un área de 11.889 metros cuadrados', en una de las zonas pertenecientes a los terrenos de dichas sociedades.