Costa Rica: con el TLC el país perderá la soberanía alimentaria
El diputado José Joaquín Salazar, del Partido Acción Ciudadana, sostuvo que el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos pondría en peligro la soberanía y la seguridad alimentaria del país, por la dependencia que existirá del precio de los productos agropecuarios en el mercado internacional
Según el legislador, como consecuencia directa de ese hecho, los consumidores sentirían un incremento en el costo de los alimentos, y por lo tanto, en el costo de la vida.
¿Cuáles son sus argumentos para afirmar que si el país aprueba el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, el país perderá la capacidad de producir lo que comemos?
-No se puede desligar el tema de seguridad alimentaria del TLC. Desde hace 20 años, cuando el país aprobó los Programas de Ajuste Estructural (PAE), empezamos a tener efectos negativos en la producción agropecuaria. Veinte años después el modelo neoliberal ya no aplica los PAES, sino los TLC.
Para el Partido Acción Ciudadana, el agro es una pasión, somos fanáticos de ese sector, porque trasciende el aspecto económico y ha permitido la pequeña propiedad y ha sido pilar fundamental para el mantenimiento de la democracia, con la buena calidad de vida de la zona rural y la urbana.
Con el TLC, el pequeño y mediano agricultor desaparecerán, porque aun hoy, sin TLC, los grandes productores agrícolas reciben subsidios, mientras que los pequeños siguen careciendo de ayuda estatal.
El PAC considera que debemos tener un agro con una producción sostenible, amigable con el medio ambiente; y con el TLC, si se llegara a aprobar para desgracia de este país, se incrementarían los costos de producción, por el aumento en el precio de las materias primas utilizadas por el sector agrícola, porque seríamos más dependientes del mercado internacional.
Mientras los países ricos son más proteccionistas cada vez, a nosotros nos obligan a abrir nuestro mercado agrícola a los productos foráneos.
Técnicamente, ¿cómo definiría soberanía alimentaria?
-Seguridad alimentaria no solamente es que el país produzca lo que le sea técnicamente posible, sino cuanto debemos producir, la distribución de la tierra, los subsidios y las condiciones de los créditos para los agricultores, sin reparar en los costos.
La seguridad alimentaria tiene que ver con la potestad del país de disponer cuando así lo requiera, de un producto para solventar sus necesidades inmediatas.
¿Puede darnos un ejemplo de lo que implicaría para Costa Rica perder su soberanía alimentaria, tal y como usted lo prevé?
Hoy estamos pasando por una situación muy peligrosa en términos de seguridad alimentaria. Un ejemplo de ello es lo que ha causado la dependencia que tiene el país del maíz amarillo que se produce en el exterior.
Hoy día el país importa 540 mil toneladas de maíz amarillo y el precio de ese producto se incrementó un 127% de agosto del 2006 a mayo del 2007.
Ese aumento representó para los productores de aves de corral un gasto mensual adicional de $1.1 millones, lo que incidió directamente en un incremento en el precio de los productos avícolas.
En la crianza de cerdos, el 60% de los costos de producción corresponde a la compra de concentrados que están compuestos por maíz amarillo y soya. Diay, los precios de la carne aumentan y por ende el costo de la vida.
El país dejó de producir maíz a causa de las políticas neoliberales.
¿Por qué nuestros agricultores no pueden volver a sembrar maíz, para seguir con el ejemplo que usted cita?
-Claro que pueden volver a producirlo, pero bajo una política clara de soberanía alimentaria, volcando los ojos hacia la investigación, al apoyo y al crédito para la producción.
La disminución de áreas de siembra agrícola ha provocado una mayor inmigración desde las zonas rurales, hasta las ciudades e incluso, fuera del país.
¿Qué hay de las empresas transnacionales que se dedican a la agricultura en nuestro país?
-En el PAC no estamos en contra de las transnacionales, pero vea solo un ejemplo: los productores de piña.
Vaya usted a preguntarles a los pequeños productores de piña de Pital, si reciben algún beneficio por sembrar y exportar piña; le van a decir que no. Pero vaya haga la misma pregunta a Pindeco. El productor grande puede defenderse solo, ¿pero a los pequeños quién los defiende?
¿Usted respalda esa tesis de que el TLC terminará de destruir al agro costarricense?
-No lo digo yo, lo han dicho los mismos senadores de los Estados Unidos y en Centroamérica se está palpando. En la región, con tan solo un año y pico de haber entrado en el TLC, en El Salvador quebraron 93.000 agricultores, en México han desaparecido más de 1.5 millones de productores, en 13 años de tener tratado con Estados Unidos. Uno de los sectores más desfavorecidos en el TLC es el agropecuario.
¿Ha logrado cuantificar en el caso de Costa Rica cuál sería el impacto en número de empleos perdidos en el sector agropecuario?
-Claro, en el sector de lácteos y carne bobina se perderían 38.000 empleos, en la producción de carne de cerdo estarían siendo amenazados 12.500 empleos, en el sector avícola 20.000, en granos básicos 14.500, en la industria de genéricos 2.500 trabajadores y en la industria agroquímica unos 3.500 trabajadores perderían su empleo.
¿No se requiere del TLC para que nuestros productos agrícolas entren sin pagar impuestos a Estados Unidos?
-No, porque en este momento el 98% de nuestros productos ingresan a los Estados Unidos libres de impuestos, por la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, la cual, como ya está probado, no desaparecería en caso de que Costa Rica no apruebe el TLC. Ya tenemos a nuestra disposición un mercado de 300 millones de habitantes.
¿Cómo ve usted el caso de cooperativas de productores como la Dos Pinos si se llegara a aprobar el TLC?
-De todas las exportaciones de productos agropecuarios que realiza el país, el 0.45% corresponde a productos lácteos. La Dos Pinos como empresa genera 3.300 empleos, beneficia a 30.000 productores de leche y genera 65.000 empleos indirectos.
El problema de llegar a aprobarse el TLC no será para la Dos Pinos, sino para los productores locales de lácteos.
Como industria la Dos Pinos podrá seguir importando lácteos, aquí le echan agüita y seguiremos teniendo leche siempre de esa marca, pero cuando a un productor se le incrementen los costos de producción, tendrá que venderle la leche más cara a la Dos Pinos para recuperar la inversión, entonces la empresa podría inclinarse por comprar la leche en el exterior, donde podría conseguirla más barata.
Hace unos meses se dijo que el TLC acabaría también con las Ferias del Agricultor ¿Qué ha determinado usted al respecto?
-Diay, en este momento en las Ferias del Agricultor solo se venden productos nacionales, pero con el TLC aprobado no se podrá prohibir la venta de productos importados en las ferias, porque el tratado obliga al país a darle el mismo trato a las empresas transnacionales que a las naciones.
Cualquiera podría ponerse una feria de productos agrícolas importados, bajo amenaza de demandar al Estado.
Si no implementamos políticas de apoyo a los agricultores, los pequeños y medianos productores desaparecerán y se quedarán los grandes, produciendo postres nada más, como piña, melón, azúcar y banano.
• “Para el Partido Acción Ciudadana, el agro es una pasión, somos fanáticos de ese sector, porque trasciende el aspecto económico y ha permitido la pequeña propiedad y ha sido pilar fundamental para el mantenimiento de la democracia”.
• “Con el TLC se incrementarían los costos de producción, por el aumento en el precio de las materias primas utilizadas por el sector agrícola, porque seríamos más dependientes del mercado internacional”.
• “Mientras los países ricos son más proteccionistas cada vez, a nosotros nos obligan a abrir nuestro mercado agrícola a los productos foráneos”.
• “El TLC no es necesario porque en este momento el 98% de nuestros productos ingresan a los Estados Unidos libres de impuestos Ya tenemos a nuestra disposición un mercado de 300 millones de habitantes”.
Por: Gerardo Ruiz Ramón (DIARIO EXTRA)