Colombia: sigue Minga Indígena y Popular por la Resistencia
Luego de la primera reunión con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, los pueblos indígenas decidieron continuar con la Minga Indígena y Popular por la Resistencia. Ayer (2), hubo la reunión entre representantes de la Minga y el presidente colombiano
Los indígenas exigieron que el presidente respete sus derechos y pidieron que el video que muestra la represión por parte de la Policía Nacional sea difundido en su totalidad por el Canal Institucional.
Además, exigieron la devolución de tierras a los habitantes indígenas despojados y denunciaron los asesinatos en el marco del programa de "seguridad democrática", instaurado por el presidente en 2002. No hubo respuestas a los reclamos por parte del gobierno y tampoco se acordó otra fecha de reunión. La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) emitió un comunicado bajo el título "Verdades de los pueblos indígenas de Colombia que el Gobierno desdibuja".
En el documento, los indígenas señalan que el Estado colombiano y el Gobierno Nacional no protegen, ni garantizan sus derechos y se erigen como sus victimarios o cómplices de terceros: "Sin embargo para el Gobierno Nacional y así lo pregona ante la comunidad internacional, los pueblos indígenas disfrutamos a plenitud de nuestros derechos y tenemos garantizado y protegido nuestro futuro. Por lo mismo califica nuestra protesta y movilización social como actos de terrorismo que buscan desestabilizar el estado".
Agregan que hoy la lucha es por sus derechos que incluyen la construcción de un Estado plurietnico y multicultural, incluyente y tolerante, igualitario y respetuoso de los derechos humanos: "Luchamos para que se respete nuestro derecho a participar con garantías ciertas en la vida económica, política, social y cultural de nuestra nación, desde las particularidades y derechos colectivos que nos asisten".
La ONIC avalúa que ahora que la lucha de resistencia social y pacifica está encaminada en mayor grado a defender sus territorios, los pueblos indígenas son considerados como un obstáculo al desarrollo económico del país. "Por defender nuestros territorios somos tratados como objetivo militar, confinados, exterminados, condenados a morir de inanición, obligados al desplazamiento forzado y a refugiarnos en países. Se criminalizan nuestras reivindicaciones y organizaciones y se nos condena a desaparecer".