Colombia: rechazan tratado internacional que entrega semillas a transnacionales

Idioma Español
País Colombia

A raíz de la norma, expedida en abril, que aprueba el Convenio Internacional para la protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV 1991), que regula la propiedad intelectual de las semillas en perjuicio de los campesinos y la biodiversidad, organizaciones como Semillas pidieron a la población que expresen su rechazo.

Las personas que no estén de acuerdo con la nueva norma pueden enviar a la Corte Constitucional una intervención ciudadana en la definición de inexequibilidad (que no se ponga en marcha) de la Ley 1518 de 2012.

 

La norma formó parte de una serie de modificaciones que fueron condición para la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.

 

Naturaleza del convenio internacional

 

El Convenio Internacional para la protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV 1991) es una norma que amplía el alcance de la propiedad intelectual de las semillas.

 

Tal es así que de aplicarse la ley que reconoce el Convenio se entregaría a las empresas o personas de derecho la propiedad privada (obtentores) para que reclamen y registren una variedad de semillas antes no registrada para uso comercial.

 

Desde su inclusión en el sistema legal de países de la región (México, Chile, Perú, entre otros), UPOV 1991 ha sido duramente criticado ya que es visto como un instrumento que busca quitarles a los agricultores el control de sus semillas y obligarlas así a solo utilizar las semillas patentadas por las empresas.

 

Semillas explica en un comunicado, penaliza y criminaliza la producción de semillas criollas.

 

La ley que ratifica el Convenio Internacional, y que no fue consultada previamente a las minorías étnicas, busca la concesión y consecuente protección de derechos de obtentor de géneros y especies vegetales.

 

Dejando de lado, a través de las condiciones que imponga, variedades nativas y criollas que no han seguido el proceso de mejoramiento genético que realizan fitomejoradores modernos, sostiene Semillas.

 

Además de Semillas, otras organizaciones interesadas en la labor de los campesinos y la biodiversidad como Grain se han expresado en contra de leyes que buscan regular la comercialización de semillas rompiendo de esta manera con el sistema de semillas nativas conservadas por milenios y que han generado la autonomía de los pueblos.

 

Los ciudadanos que no estén de acuerdo con la ratificación del Convenio pueden acercarse el 1 de junio al Mercado Campesino en la Plaza Bolivar en Bogotá donde se reunirán más firmas de adhesión al documento que se entregará a la Corte Constitucional.

 

Servindi, Internet, 18-5-12

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