Colombia: el Vuelo Forestal
Se acuñó esta expresión que consiste en que todo lo que se encuentre por encima del suelo puede ser comercializado y se puede entregar como garantía para obtener préstamos ante entidades financieras
Ley Forestal
Por iniciativa de Margarita Marino de Botero comenzamos el año en la línea de Saramago, en el sentido de convertir todas nuestras acciones ambientales en resistencias. Frente a la Ley Forestal ella hizo las consultas telefónicas con “la paciencia de Job”, y los resultados que obtuvo se convirtieron en registro notarial – biológico… cuando meditamos sobre la trascendencia del documento… lo acogemos como el rescate de la espada aprisionada en la roca, blandirla y usarla como símbolo en una invitación a repensar el concepto de propiedad sobre los recursos naturales, que en esta época tergiversada y globalizada, parecen más bienes sin dueño, que el soporte imprescindible de la vida en el planeta.
El vuelo forestal
Ahora me está entrado la sospecha de que el problema de Uribe no es genético….es más un problema del coeficiente del entorno humano que lo acompaña. En otra forma no podríamos entender aquello del “vuelo forestal” que considera que todo aquello que se encuentra encima del suelo puede ser comercializado y usado como prenda que se lleva a una casa de empeño la cual se apropia la posibilidad de entregarlos como en un “segundo empeño” a cualquier multinacional… es algo así como autorizar a los consecionarios de parques naturales a entregarlos como garantías para otras triquiñuelas.
Perdieron Votos
Yo no volveré a votar por aquellos quienes aprobaron el Proyecto de Ley en el Congreso, por ninguno, e invito a considerarles como organizadores de un complot contra la vida.
El solo hecho de pensar en el uso de los bosques como garantías a entidades financieras para conseguir préstamos, descalifica a quienes lo aprobaron, me asaltan las imágenes de los legisladores en currucas, colocando, de noche, minas quiebra patas en los bosques por donde, algún día, pasearán sus hijos.
La sorpresa del Presidente
Eduardo Uribe relata que el Presidente se sorprendió por lo que decía la Ley y fue ordenando objeciones a las amenazas mayores. Vamos a seguir de sorpresa en sorpresa.