Colombia: centenares de nativos prosiguen ocupación de fincas en suroeste
Centenares de indígenas guambianos continúan hoy por quinto día consecutivo la ocupación de varias fincas en el suroeste de Colombia, en lo que las autoridades califican de una situación "difícil" e "incontrolable"
Los aborígenes permanecen desde el miércoles en propiedades rurales de los municipios de Silvia, Caldono, Jambaló y Toribío, en el departamento de Cauca, y han exigido entablar un diálogo con delegados del gobierno y la entrega de tierras.
Distintas autoridades, como el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, y el gobernador de Cauca, Juan José Chaux, rechazan las ocupaciones y señalaron que mientras persista esa situación de hecho, no dialogarán con los indígenas.
"El Gobierno no puede validar ni legitimar reivindicaciones de una comunidad, por respetables que sean, permitiendo invasiones a la propiedad privada", dijo Arias.
Advirtió de que "el derecho de la propiedad privada hay que respetarla y defenderla, y por eso la fuerza pública tendrá que actuar para cumplir ese objetivo".
En una finca de Silvia se han registrado enfrentamientos entre los indígenas ocupantes y la fuerza pública.
Los indígenas, armados con garrotes y machetes, permanecen en el predio "Ambaló", en el que pasta una famosa ganadería de lidia.
Loas aborígenes "se están desplazando desde otras regiones del departamento en apoyo (...) y esto definitivamente ya se está volviendo incontrolable", dijo Carlos Horacio Gómez, secretario de Gobierno del Cauca.
Unas 15 personas, entre policías y aborígenes, han resultado heridos en los choques en los cinco días de ocupación.
Los indígenas aseguran que no desalojarán los predios hasta que el Gobierno les otorgue tierras "que siempre han sido suyas", según señalan, y que las quieren "para vivir y trabajar" en la zona rural de Silvia.
"El 80 por ciento de la tierra de Silvia está en manos de los cabildos, qué pasa con las otras gentes. Será que las otras gentes no tienen derecho a existir", dijo el gobernador Chaux.
Las ocupaciones de las fincas se registraron el miércoles tras varias marchas de protesta aborígenes, campesinos y sindicalistas en distintas zonas del país.
En las protestas se expresó el rechazo a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) que se negocia con EEUU, la posible reelección del presidente Alvaro Uribe y los reclamos de los nativos por sus derechos y la entrega de tierras.