Chile: curadoras de semillas: al rescate de la biodiversidad

Idioma Español
País Chile

Todos los días se pierden vegetales y animales por la explotación sistemática de los bosques, por la relevancia dada a variedades que producen grandes volúmenes, pero que están a merced de enfermedades

Cuidadoras de semillas de Ñuble, BíoBío, Arauco y de otras regiones donde la ruralidad tiene una marcada presencia, se reunieron nuevamente en Yumbel, para dar a conocer sus descubrimientos, más bien sus redescubrimientos, en relación a especies florales nativas que están en peligro de extinción por deshuso y que constituyen una fuente desconocida de propiedades culinarias y fitosanitarias.

Agustín Infante, director regional del Centro de Educación y Tecnología abrió nuevamente esta muestra de hombres y mujeres preocupados por el medioambiente, por la conservación de especies milenarias y que viven en cotos cerrados al amparo de mujeres y hombres de campo.

Se trata de una actividad que se realiza cada año en el marco de la XIII muestra regional campesina de Yumbel, con una constancia y persistencia que parece que no se detendrá. Ya en su X versión el encuentro ha logrado posicionarse como un factor no sólo de rescate de variedades vegetales sino que de toda una cultura campesina que ha sido revalorada en los últimos tiempos de tal forma que la FAO ha relevado el rol de las cuidadoras de semillas como sustentadoras de la biodiversidad.

La biodiversidad es importante en cuanto a que no es posible que se genere una estandarización de variedades, sino que se debe tender a lo contrario, como es defender y propiciar que no sigan extinguiéndose especies.

Todos los días se pierden vegetales y animales por la explotación sistemática de los bosques, por la relevancia dada a variedades que producen grandes volúmenes, pero que están a merced de enfermedades.

Las variedades locales, ancestrales, se cultivan en forma orgánica, crecen, se desarrollan y poco a poco son redescubiertas, replantadas y se espera que a futuro no desaparezcan de los campos sino que aumenten.

Un ejemplo archiconocido, pero que se repite en gran parte de los vegetales, es la pérdida de variedades de papas por la generación de nuevas especies logradas a partir de combinaciones genéticas, con el objetivo de producir más. De las más de 200 variedades conocidas, no se comercializan más de seis en el mercado y las otras, con sus cualidades propias, están destinadas a desaparecer si no es por el empuje de las cuidadoras de semillas.

Diario la Discusión, Chile, 11-4-05

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