Chile: ONGs piden al gobierno suspender la entrega de concesiones salmoneras
Ocho organizaciones ambientalistas solicitaron la suspensión del otorgamiento de concesiones acuícolas para el cultivo de salmón en las Regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes
A través de una carta enviada al Ministro de Economía, Hugo Lavados, 8 organizaciones ambientalistas solicitaron la suspensión del otorgamiento de concesiones acuícolas para el cultivo de salmón en las Regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, al menos hasta que “existan condiciones normativas, institucionales y fácticas que permitan decidir sobre la conveniencia de promover o no la expansión de esta actividad en áreas de importancia ecológica de estas tres regiones del sur de Chile”.
La carta suscrita por Centro Ballena Azul, Conservación Marina, Chile Ambiente, Ecosistemas, Fundación Pumalín, Fundación Terram, Oceana y WWF, reconoce las diferencias entre las estrategias y visiones de trabajo de las distintas organizaciones firmantes, sin embargo, destaca la existencia de un absoluto consenso sobre la importancia de la Patagonia chilena y su excepcional valor ecológico y cultural, y sobre la urgencia de suspender el proceso de otorgamiento de las concesiones acuícolas en el sur de Chile.
“Miramos con suma preocupación la agresiva expansión del cultivo del salmón en la Patagonia y consideramos que tal desarrollo está ocurriendo sin existir condiciones suficientes que permitan garantizar la apropiada conservación ecosistémica de la zona, y sin primar el principio precautorio. No resulta conveniente seguir otorgando concesiones acuícolas y resoluciones de calificación ambiental, mientras no exista claridad sobre el nuevo estatuto que regirá al sector salmonero, más aún cuando no se ha implementado ninguna medida que permita sostener que los ecosistemas patagónicos están mínimamente resguardados frente a los efectos de la actividad acuícola”, sostienen las organizaciones en la carta.
El grupo de ONGs afirmó que el crecimiento de la salmonicultura ha estado amparado en una regulación insuficiente y obsoleta, no acorde con la magnitud de la industria a nivel internacional. Esta regulación habría sido incapaz de garantizar la sanidad de los ecosistemas y la conservación del medioambiente en la zona austral, así como de compatibilizar adecuadamente el ejercicio de esta industria con otras actividades económicas de menores impactos, que tradicionalmente se desarrollaban en la zona.
“La Patagonia chilena y sus mares albergan parte de los ecosistemas más valiosos del mundo, dotados de gran biodiversidad y abundancia de recursos naturales, así como de la rica cultura de las comunidades locales que viven estrechamente ligadas a la integridad de dicho entorno natural”, señala la carta, agregando que “este valor ecológico excepcional justifica plenamente la implementación de medidas especiales de protección destinadas a conservar su extraordinaria riqueza natural.”
Asimismo las organizaciones explicaron que, en virtud del principio precautorio, no se debería autorizar el funcionamiento de ninguna actividad industrial de alto impacto ambiental en esta área mientras no se tenga información científica suficiente sobre su capacidad de carga, obtenida con metodologías validadas, y mientras no se aplique un enfoque ecosistémico.