Catástrofe ecológica en Hungría. El lodo tóxico llega al Danubio
El vertido de lodo tóxico ocurrido en Hungría llegó ayer al río Danubio a través de uno de sus afluentes, el Raba, a la altura de la localidad de Gyor, a unos 120 kilómetros de Budapest, anunciaron las autoridades del país
No tiene caso retirar escombros de Kolontar; imposible, volver a vivir ahí: primer ministro
El vertido de lodo tóxico ocurrido en Hungría llegó ayer al río Danubio a través de uno de sus afluentes, el Raba, a la altura de la localidad de Gyor, a unos 120 kilómetros de Budapest, anunciaron las autoridades del país.
El barro rojo llegó primero al río Marcal, afluente del Raba, que a su vez vierte sus aguas en el Danubio, por lo que los científicos se están concentrando en contener la marea tóxica entre el Marcal y el Raba con la idea de que llegue la menor cantidad de residuos al Danubio.
En el punto en el que confluyen el Marcal y el Raba, los equipos de limpieza vierten yeso al agua para neutralizar los elevados niveles de alcalinidad de las aguas, que suponen una grave amenaza para los seres vivos.
Los niveles de ph –que miden la acidez o alcalinidad de las aguas– en la confluencia de ambos ríos han subido hasta 9.3 puntos, informó el vocero del Servicio de Desastres, Tibor Dobson. La escala de ph se establece entre 0 y 14 puntos, siendo el valor neutro de 7 el más adecuado para la vida. Por arriba de 7 el agua es alcalina.
Por el momento, no se han encontrado signos de daños naturales en el Danubio. En cambio, en el río Marcal murieron todos los peces de la zona afectada por la avalancha tóxica.
El servicio de Protección Civil húngaro aseguró que la masa tóxica aún no ha afectado las reservas acuíferas del subsuelo en las zonas anegadas y aseguró que la muerte de peces se limita al río Marcal.
Los ecologistas esperan consecuencias de largo plazo. Según dijeron, todavía es difícil determinar la verdadera dimensión de la catástrofe, ya que aún no se conoce la composición química del lodo ni su contenido en metales pesados.
Para constatar los daños, el primer ministro, Viktor Orban, visitó este jueves la localidad de Kolontar, una de las poblaciones contaminadas con lodo. Después de observar el panorama dijo que no tiene sentido retirar escombros del pueblo porque resultaría imposible volver a vivir ahí. "Es una catástrofe sin precedentes en Hungría", agregó. "Un error humano fue la más probable causa. El muro del depósito de bauxita no se desintegró en un minuto y debió haberse detectado".
En ocho países temen contaminación
El Danubio, segundo río mayor de Europa después del Volga, que atraviesa Rusia, forma una sinuosa ruta por diez países, aunque sólo en Eslovaquia, Croacia, Serbia, Rumania, Bulgaria, Moldavia y Ucrania, además de Hungría, se temen catástrofes ecológicas por la contaminación con bauxita proveniente del río Marcal, en territorio húngaro. Austria no fue afectada porque los daños al cauce comienzan en un punto posterior a la zona fronteriza austro-húngara.
Tras su paso por Viena, el Danubio cruza otras tres capitales de Europa del este: Bratislava, Budapest y Belgrado. Las capitales húngara y serbia, así como medio centenar de ciudades y pueblos podrían resultar afectados por la alta tasa de alcalinidad generada por metales pesados componentes del lodo rojo que reventó el depósito de la productora de aluminio Mal, el lunes, en el oeste de Hungría.
Sólo en Alemania, donde nacen los arroyos que forman el cauce del Danubio en una zona boscosa y montañosa, el agua es utilizada para consumo humano, prácticamente sin tratamiento. Los otros nueve países por donde sigue el río –con unas 60 afluentes– tienen problemas para controlar la contaminación del líquido que desemboca en forma de delta en el mar Negro. El río de dos mil 800 kilómetros es navegable por diferentes tipos de embarcaciones hasta ciudades alemanas.