Brasil: un indígena muerto

Por ADITAL
Idioma Español
País Brasil

Un indígena fue muerto y otros cinco están heridos después de la reacción de hacendados a una re-ocupación de tierras realizada por indígenas Guaraníes

La re-ocupación ocurrió en tekoha (tierra tradicional Guaraní) Sombrerito, en el municipio de Sete Quedas, a unos 470 kilómetros de Campo Grande, Mato Grosso do Sul, en la madrugada del último domingo, día 26. La Policía Federal estuvo en la hacienda re-ocupada y, después de escuchar a un sargento de la Policía Militar y a tres indígenas, una investigación fue instaurada.

Los indígenas se mantienen en el área y solicitan que la Funai publique el informe de identificación de la tierra, finalizando así el primer paso administrativo para la demarcación de Sombrerito. "Derramamos nuestra sangre por la tierra de todos nuestros hermanos Guaraníes. Necesitamos que la Funai saque a todos los invasores de nuestras tierras", afirmó el cacique de la aldea más cercana de la zona re-ocupada, Rosalino, el domingo. La Funai (Fundación Nacional del Indio) se propuso intermediar un diálogo entre indígenas y hacendados para que los Guaraníes puedan continuar en las tierras.

El gobernador en ejercicio de Mato Grosso do Sul, Egon Krakhecke, conversó por teléfono con Márcio Thomaz Bastos, ministro de Justicia, y reclamó más agilidad para la conclusión del estudio territorial - paso que falta para la finalización del informe de identificación de la tierra. Solicitó también reforzar la presencia policial en el área de conflicto para producir el desarme.

"Queremos que la policía federal le saque las armas a los matones, pistoleros y hacendados de la región que continúan amenazando y cometiendo estos crímenes contra nuestro pueblo", escribieron a la Comisión de Derechos Indígenas Kaiowá Guaraní y la Comisión Estatal de Derechos Indígenas, formadas por líderes de todo Mato Grosso do Sul. De acuerdo con informaciones de indígenas que estuvieron en la re-ocupación, 30 pistoleros llegaron en dos pick-ups en la mañana del domingo y descendieron de ellas tirando. Un tiro alcanzó el tórax del indígena Dorival Benitez, matándolo. Ari Benitez, hermano de Dorival, está herido en el brazo. Otro indígena tiene el ojo ferido, un joven de 19 años sufrió heridas leves y una mujer embarazada fue maltratada a golpes.

"Especialmente después de la divulgación de las muertes de los niños por desnutrición, órganos públicos como la Funai afirman que el reconocimiento de tierras en Mato Grosso do Sul es parte de sus prioridades. En la práctica, no hubo empeño efectivo para producir avances en los procesos de las tierras indígenas. Ello lleva al endurecimiento de los conflictos y a reacciones de los indios al ver sus tierras cada vez más explotadas", afirma Egon Heck, del Consejo Indigenista Misionero.

Re-ocupaciones

Las re-ocupaciones de tierras son la forma encontrada por los indígenas para poder volver a vivir en sus territorios tradicionales que están invadidos por hacendados. No son, por lo tanto, los indígenas los que "invaden" el área, como afirma la prensa cuando produce la noticia del caso, sino que los ocupantes no-indios son los que las invadieron y tomaron. Como el Estado brasileño, responsable de la demarcación de las tierras indígenas, no realiza las demarcaciones, los indígenas se ven obligados a re-ocupar las tierras.

En algunos casos, los hacendados entran en las tierras indígenas por iniciativa propia; en otros, las tierras indígenas fueron distribuidas por el Estado. En la región de lo que actualmente llamamos Mato Grosso do Sul, el poder público fue un gran incentivador de la ocupación de las tierras indígenas a través de su política de colonización.

Indígenas fueron expulsados en los años 70
La región donde está situada la tierra Sombrerito fue, desde el comienzo del siglo XX, productora de yerba mate, el mayor producto comercial de la región por décadas. Los indígenas eran empleados por la Companía Matte Larangeiras y continuaron viviendo en sus territorios. Con la decadencia del producto, la actividad pecuaria creció en la región, en los años 1970. Y la expansión del nuevo negocio dependía de la expulsión de la población indígena.

Los indígenas que vivían en Sombrerito fueron expulsados de allí en 1975, por un hacendado. Ellos re-ocuparon parte de sus tierras en septiembre de 1999. Presionados, en diciembre del mismo año, parte del grupo dejó el territorio. Las familias que allí se mantuvieron fueron expulsadas por matones en el 2000, y se refugiaron en las tierras de Porto Lindo, Sete Cerros, Amambaí, Jaguapiré y Aldea Limão Verde.

También en la década del 70, el Incra asentó poco más de una decena de familias en la región. Sin embargo, sólo 8 hacendados son dueños del 90% de la tierra identificada como indígena, que tiene cerca de 13.000 hectáreas. El Grupo de Trabajo de identificación del área fue instituido por la Funai en 2003.

Traducción: leinad

Adital, Internet, 1-7-05

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