Brasil: riesgo de fracaso definitivo en la Ronda de Doha, advierte Lula
Un eventual fracaso en las negociaciones globales para la liberalización del comercio, en especial el agrícola, provocará "un retroceso muy grande" que aumentará la pobreza en los países en desarrollo, advirtió este lunes el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva
Sin embargo, el gobierno francés señaló que prefiere que fracasen las negociaciones antes que revisar la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea, que otorga millonarios subsidios a los campesinos del viejo continente.
En las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), dentro de la llamada Ronda de Doha lanzada en 2001, persisten profundas diferencias entre los países para alcanzar un acuerdo amplio, que involucre los temas vinculados a la agricultura, los servicios y los bienes industriales.
Los miembros de la OMC buscan un acuerdo para mediados de junio sobre fórmulas básicas para reducir los subsidios agrícolas y los aranceles industriales, tras casi cinco años de negociaciones.
Lula advirtió que las negociaciones corren el riesgo de fracaso definitivo y urgió a salvarlas mediante un "triángulo de compromisos" entre Europa, Estados Unidos y los países emergentes.
"Las cosas (en la OMC) están en mal estado. Sin acuerdo, creo que habrá un retroceso muy grande. Los países pobres serán más pobres ¿Es eso lo que queremos?, se preguntó Lula en su emisión radial semanal Café con el presidente.
Señaló que se trata de "convencer a la Unión Europea (UE) de que si cada grupo asume un poco de responsabilidad, podremos hacer un acuerdo antes de fines de julio".
La Unión Europea, añadió el mandatario, tiene que flexibilizar el acceso al mercado agrícola para los países en desarrollo y los países más pobres. "Estados Unidos tiene que cumplir su parte, reduciendo sus subsidios, que son muy fuertes en la agricultura. ¿Y qué es lo que (la UE y EU) quieren del G-20, de Brasil, de México y de India? Quieren una flexibilización en bienes industriales.
Entonces es un triángulo de compromiso, o sea, Europa tiene que abrir su mercado agrícola, Estados Unidos tiene que disminuir sus subsidios y nosotros tenemos que permitir el acceso a bienes industriales y de servicios".
Lula reiteró su propuesta de una cumbre de jefes de Estado y de gobierno, países del G-8 (industrializados) y del G-20 (emergentes) para desbloquear las negociaciones, y dijo que evocará el asunto cuando asista como invitado a la reunión del G-8 de julio próximo en San Petersburgo, y que luego estaba "dispuesto a ir a cualquier lugar para ver si podemos dar un aliento al mundo".
Por su parte el ministro francés de Agricultura, Dominique Bussereau, dijo que "preferiría un fracaso de las negociaciones que cuestionasen la PAC y su futuro", al tiempo que el ministro alemán Horst Seehofer declaró estar "de acuerdo con Bussereau", al afirmar que existe un "eje franco-alemán".
"Más vale que no haya acuerdo a que haya un mal acuerdo", dijo Seehofer.
Para el ministro francés, "Europa no tiene que hacer nuevas concesiones en materia agrícola" para obtener un acuerdo en el marco de la ronda de Doha de liberalización del comercio mundial.