Brasil: oposición a los transgénicos
El estado brasileño de Paraná expropió un campo en el que se hacían ensayos con cultivos OGM
El gobierno del estado brasileño de Paraná expropió el establecimiento de una multinacional suiza que realiza investigaciones en el nivel agrícola con transgénicos, y anunció que llevará adelante una escuela agroecológica para apoyar a campesinos de la región.
El gobernador de Paraná, Roberto Requiao, firmó un decreto de expropiación de las 123 hectáreas pertenecientes al grupo suizo Syngenta Seeds, que,
según se señaló, quedará vigente en los próximos días para la realización de actividades ecológicas de apoyo a la producción agrícola.
"Vamos a instalar una escuela agroecológica para apoyar a los agricultores de la región", expresó el funcionario, el martes pasado, a la televisión local.
Libre de transgénicos
Paraná se ha declarado estado "libre de transgénicos", a diferencia de su vecino Rio Grande do Sul, cuya cosecha de soja es mayoritariamente producto de modificaciones genéticas.
Syngenta Seeds realizaba en el establecimiento cultivos de soja y de maíz y en 12 hectáreas ensayaba con transgénicos de última generación que estaban cerca de una reserva natural.
Requiao resolvió ceder a la presión de asociaciones campesinas que habían ocupado el área durante siete meses y que decidieron volver a hacerlo esta semana.
La multinacional suiza resolvió realizar un reclamo por un millón de reales (unos US$ 460.000) e interponer un recurso contra esta decisión. El abogado que representa a la firma, René Dotti, consideró, por su parte, que el decreto es "abusivo e ilegal". "Entendemos que es una decisión personal del Gobierno para eliminar el derecho de propiedad de una empresa legítimamente constituida en nuestro país", dijo.
Defensa del ambiente
Alrededor de 1000 campesinos habían ocupado el 14 de marzo pasado la plantación, en el marco de una convocatoria de la organización Vía Campesina, un grupo ligado al poderoso Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST).
La semana pasada unas 65 familias que permanecían allí dejaron la hacienda por orden judicial.
La organización ecologista Greenpeace ha denunciado que el campo experimental de Syngenta Seeds fue ubicado en una zona aledaña al Parque Nacional Iguazú, que protege las cataratas de igual nombre, atractivo turístico que además es considerado patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Según las normas brasileñas, la implantación de cultivos transgénicos está prohibida dentro y en los alrededores de zonas ambientalmente protegidas.