Brasil: muerte fortalece movimiento
Agroindustrias de explotación de caña de azúcar y sus derivados: la muerte del ambientalista Francisco Anselmo de Barros, que prendió fuego a su cuerpo, el último domingo 13, fortaleció el movimiento en contra del proyecto del Gobierno de Mato Grosso do Sul para la instalación de ingenios de alcohol en la cuenca del Alto Pantanal
El acto extremo del ambientalista ocurrió durante una protesta en el centro de Campo Grande, que reunió a ambientalistas y artistas de la campaña "No a los ingenios de alcohol en Pantanal".
Según la agencia Informes del PT, en nota firmada por la ministra Marina Silva, el Ministerio de Medio Ambiente lamentó la muerte del ambientalista. El Ministerio aclaró también, que está en contra de la implantación de agroindustrias de explotación de caña de azúcar y sus derivados en áreas limítrofes al Pantanal matogrosense del sur, propuesto en el Proyecto de Ley del Ejecutivo de Mato Grosso do Sul, sometido a la Asamblea Legislativa del Estado. El líder del PT en la Asamblea Legislativa, diputado Pedro Teruel, dijo que había una tendencia a archivar el proyecto y, ahora, eso se volvió inevitable.
En la nota, el Ministerio dice que "hay diversas pruebas científicas confirmando que el cultivo de caña de azúcar provoca erosión y degradación del suelo y puede comprometer los recursos hídricos con el desperdicio de productos químicos como pesticidas y vinote". Además, el Ministerio recuerda que existe una resolución del Concejo Nacional de Medio Ambiente (Conama), de 1985, determinando a los órganos estatales de Mato Grosso y de Mato Grosso do Sul en relación a la suspensión de licencias para la implantación de nuevas destilerías de alcohol en las cuencas hidrográficas del Pantanal matogrosense, hasta que el Concejo se posicionara sobre el asunto.
El Ministerio dice además que reafirmará esa posición en las instancias jurídicas y administrativas pertinentes, ya que la definición constitucional del Pantanal como Patrimonio Nacional impone a la Unión actuar en defensa de su preservación.
Traducción: Daniel Barrantes