Brasil: etnias del Santuario dos Pajés exigen estudio antropológico de la tierra
La tierra, que tiene valor sagrado para los indígenas de Santuario dos Pajés, está en disputa por empresas contratistas que pretenden construir un condominio de lujo
Los indígenas de Santuario dos Pajés, área de 50 hectáreas dentro de la Reserva Ambiental Bananal, en la capital de Brasil, Brasilia, están viviendo una fuerte tensión. La tierra, que tiene valor sagrado para ellos, está en disputa por empresas contratistas que pretenden construir un condominio de lujo.
Para garantizar sus derechos, los indígenas de varias etnias, mayoritariamente de la Tapuya-Fulni-ô, necesitan que la Fundación Nacional del Indio (Funai) constituya un Grupo de Trabajo para determinar, a partir de estudio antropológico, si el territorio es indígena y, con eso, demarcarlo.
El secretario ejecutivo del Consejo Indigenista Misionero (Cimi), Cleber Buzatto critica fuertemente la actitud de la Funai. "Adopta postura ilegítima e ilegal. Sin hacer estudio –dispuesto en el decreto 1775/2006, proceso administrativo que reglamenta procedimiento de demarcación de la tierra– ha realizado afirmaciones, inclusive a la Justicia, de que no se trata de tierra indígena. Sólo el Grupo de Trabajo, presidido por un antropólogo y constituido por profesionales de varias áreas puede decir eso, pero este grupo ni llegó a ser constituido”, señala.
Buzatto caracteriza además como "peligroso” el tratamiento que la Funai le está dando al caso. "(...) desplaza el derecho de definir del instrumento legal (decreto 1775) hacia las posiciones políticas de quienes estén al frente de la Funai”, comenta.
En resistencia, los indígenas y toda una red de personas que los apoyan, compuesta principalmente por el movimiento estudiantil y ambiental, han impedido que las empresas contratistas entren en el área y reivindican su preservación, para que el estudio de reconocimiento de la tierra sea posible.
"Queremos garantizar que el lugar sea preservado, lo que significa la no entrada y el no comienzo de las obras. Como las empresas entran y derriban árboles, estarán destruyendo pruebas potenciales en este proceso”, explica. Buzatto agregó que además de realizar manifestaciones para presionar a la Funai, el movimiento piensa entrar con una acción jurídica para que el estudio se realice.
Hasta el año 2010, la tierra pertenecía al Poder Público, que había comprado la antigua hacienda Bananal. Aún sabiendo de la importancia que tiene el territorio para los grupos indígenas, el Gobierno del Distrito Federal, mediante la Compañía Inmobiliaria de Brasilia (Tierracap), remató las tierras a empresas contratistas interesadas en levantar emprendimientos en el Sector Noroeste, donde está ubicado el Santuario dos Pajés, que ahora es la última región disponible para construir en Brasilia.
La lucha está caracterizada por muchas idas y vueltas jurídicas. Para proteger la tierra que los indígenas reivindican, el Ministerio Público consiguió una medida cautelar en la Justicia impidiendo así obras en el lugar hasta que el proceso de estudio de la tradicionalidad esté concluido, sin embargo, la medida cautelar dejó de tener vigencia el mes de agosto.
El último día 14, la jueza Clara Mota determinó la suspensión de las obras, que habían comenzado. Poco después, la jueza Selene Almeida revocó la medida cautelar. Hasta el momento, la empresa no intentó reiniciar la construcción, lo que Buzatto cree que se debe a la fuerte resistencia y al apoyo de la sociedad. Para mañana (1º) está agendada una diligencia de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Federal en el área.
"Drástica es toda la tensión que se vive, que ha cambiado la tranquilidad de los indígenas. Ellos están en constante estado de vigilia para impedir la entrada de las máquinas. Una parte fue derribada. Todo esto es un trastorno, que no es propio de las comunidades indígenas”, cuenta.
Sobre la importancia del caso, el secretario ejecutivo del Cimi considera que garantizar el derecho de las etnias de Santuario dos Pajés "sería un marco de jurisprudencia en la legislación brasilera, en lo que respecta a territorios indígenas, por estar ubicado en territorio urbano”.
Hace 50 años, el territorio en que los indígenas cazaban, plantaban y criaban animales era de mil hectáreas. El lugar es también un centro religioso y de culto de varias tradiciones religiosas, donde sus ancestros están sepultados. Además, es un punto de encuentro para la población indígena nacional e internacional.
Especulación inmobiliaria
El Sector Noroeste, última región disponible para la construcción dentro del área limpiada de Brasilia, quedó super valorizado, siendo el metro cuadrado para construir más caro de Brasil, evaluado en más de 10 mil reales.
En el territorio de Santuario dos Pajés, las empresas planean construir departamentos de alta gama, accesibles a un sector de la sociedad que no tiene necesidad de vivienda, pues ya es propietario de inmuebles en otros lugares y tiene un ingreso mensual por encima de los 20 mil reales.
"Ese emprendimiento no tiene una justificación social, no es un emprendimiento que responda a una demanda de la sociedad. Va a servir a una pequeña elite, para generar más especulación inmobiliaria o funcionar como una especie de ahorro. No justifica destruir el cerrado ni expulsar a la población que ya vive allá desde hace más de 50 años”, destaca Buzatto.
Una de las empresas involucradas, Emplavi, es señalada como donante de 1,5 millones de reales para la candidatura del actual gobernador, Agnelo Queiroz.
Traducción: Daniel Barrantes – moc.liamg@leinad.setnarrab