Brasil: estudio señala impactos causados por transgénicos en seres vivos
La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTBio) va a votar esta semana, la liberación de un maíz transgénico de la multinacional Monsanto, el maíz MON810. La semana pasada, fue divulgado un segundo estudio que señala los impactos de los maíces modificados de la Monsanto en seres vivos. Los movimientos sociales y ecológicos se manifiestan en contra de esas liberaciones
El estudio, desarrollado por el instituto de investigación Criigen, de Francia, señaló que los cobayos alimentados con el producto presentaron 60 diferencias en relación con los cobayos alimentados con maíz convencional en sus órganos internos. Hubo alteración en los tamaños de riñones, cerebro, hígado y corazón, además de cambios de peso de ratas alimentadas con maíz transgénico por 90 días, lo que podría significar señales de intoxicación. El maíz transgénico de la Monsanto estudiado, conocido como NK603, tolerante a un herbicida producido por la propia empresa, ya es comercializado en Europa.
Otro estudio, publicado en marzo por la Archives of Environmental Contamination and Toxicology (Archivos de Contaminación Ambiental y Toxicología), encontró evidencias similares de daños hepáticos causados por el maíz MON863, también liberado en Europa. Fue la primera vez que un producto genéticamente modificado, liberado para el consumo humano y de animales, presentó señales de haber provocado efectos tóxicos en órganos internos de seres vivos.
Ninguna de esas dos variedades está liberada para su comercialización en Brasil. La Monsanto ya pidió la liberación de la variedad NK603 a la CTNBio, que todavía no la aprobó. Las deliberaciones de la CTNBio frecuentemente causan discordias, no sólo entre los movimientos sociales sino también entre sus miembros. En mayo, una de las integrantes titulares de la Comisión, Lia Giraldo da Silva Augusto, pidió su alejamiento del consejo por no concordar con los procedimientos del organismo. El caso de la aprobación de la comercialización del maíz transgénico de la Bayer fue la gota que derramó el vaso.
En la carta de renuncia de la especialista, que es investigadora de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y docente del Centro de Investigaciones Aggeu Magalhães, la insatisfacción es evidente. Una de las críticas a la comisión es sobre su formación: "La CTNBio está constituida por personas con título de doctorado, la mayoría especialistas en biotecnología e interesados directamente en su desarrollo. Hay pocos especialistas en bioseguridad, capaces de evaluar riesgos para la salud y para el medio ambiente".
Según la investigadora, en la práctica cotidiana de la CTNBio, los votos son preconcebidos y se realizan "artimañas obscurantistas" para que las cuestiones de bioseguridad sean consideradas dificultades al avance de la biotecnología. "La razón puesta en juego en la CTNBio es la racionalidad del mercado y que está protegida por una racionalidad científica de certeza cartesiana, donde la fragmentación del conocimiento dominado por diversos técnicos con título de doctor, impide la priorización de la bioseguridad y la perspectiva de tecnología en favor de la calidad de vida, de la salud y del medio ambiente", denuncia.
Uno de los principios de la carta divulgada por el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), en ocasión de la finalización del 5° Congreso del MST, engrosa el coro de los que critican la liberación de transgénicos en Brasil. El MST participó de un petitorio contra la aprobación del cultivo y comercialización de semillas de maíz transgénico por la CNTBio, El documento registra las firmas de ambientalistas y Diputados y será entregado a la ministra de la Casa Civil, Dilma Roussef. El consejo ministerial presidido por Dilma todavía puede vetar el uso de semillas transgénicas.
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Traducción: moc.liamg@leinad.setnarrab