Brasil: entidades se unen contra impactos generados por empresa de celulosa
La organización no gubernamental Motirõ, de Bahía, está movilizando a diversas entidades y a los medios de comunicación en general, hacia los problemas que poblados como Barrolândia, en el municipio de Belmonte, vienen sufriendo a causa de los impactos sociales y ambientales generados por la empresa Veracel, cuya área abarca, además, a municipios como Mascote, Porto Seguro, Canavieiras, Itapebi, entre otros
Según lo que afirma la organización, las promesas realizadas por la empresa de ofrecer apoyo para el desarrollo de esas áreas no están siendo cumplidas.
El presidente de la organización, Claudemir Carvalho, en entrevista para Adital, argumenta que en ocasión de las obras, muchas mujeres y niñas quedaron embarazadas y totalmente desamparadas, sin cobertura médica. Otra cuestión es la que se refiere a la generación de empleo y renta. En el poblado de Barrolândia, considerado el más afectado, solamente 22 personas fueron contratadas, un número irrisorio teniendo en consideración que el poblado posee cerca de 5 mil habitantes.
Según Carvalho, fue entregado a la empresa un proyecto sobre soberanía alimentaria, en el cual las entidades sugieren el acceso a los residuos (abonos, cáscara de árboles), que pueden servir de sustentabilidad a los trabajadores del lugar. El proyecto fue entregado hace 15 días y la empresa se comprometió a crear una comisión para evaluar esta posibilidad. Pero, de acuerdo con el presidente de la Ong, es necesario que se tomen medidas urgentes.
"Lo que ocurre es que la empresa ya propuso cambiar la realidad de la región, ella entonces debe asumir ese hijo, que son todas las comunidades involucradas, e implementar medidas que garanticen la sustentabilidad de la región, sin impactos sociales ni ambientales", dijo.
Otro punto que preocupa a las entidades es el hecho de que la empresa está en expansión. Carvalho garantiza que los proyectos de expansión pueden involucrar, inclusive, tierras indígenas del área para la plantación de más hectáreas de eucalipto.
La red Celulose Mais Social, además de la Motirõ, cuenta con un grupo de habitantes de Barrolândia, Gadap, entidades de Porto Seguro, Tribu de Itapebi, entre otras.
"Pretendemos movilizar a otras entidades y a toda la sociedad del entorno de la fábrica de la Veracel, para que reclamemos las promesas, a través primero del diálogo y a continuación con denuncias en los medios de comunicación regionales y extranjeros, alcanzando fundamentalmente a los inversores del proyecto. En el caso que no consigamos sensibilizar concretamente a la empresa, realizaremos manifestaciones en la puerta de la fábrica", resalta la Red.
Las denuncias también serán enviadas al Tribunal de los Pueblos, que ya juzgó y condenó a la empresa Aracruz Celulose que actualmente viene reivindicando cerca de 11 mil hectáreas de tierras indígenas.